antener la espalda recta, saber aguantar el equilibrio y fortalecer las extremidades son algunos de los beneficios del patinaje artístico, que también se puede practicar sobre ruedas. «En este momento doy clases para niños a partir de cuatro años.

Hay algunas mujeres interesadas; es una actividad para todos los públicos», explica Àngeles Veira, una profesora de patinaje artístico que llegó a Eivissa hace cuatro años y comprobó que esta actividad no está muy consolidada en los centros deportivos y educativos.

En la actualidad, Àngeles imparte clases de este deporte en el colegio Can Cantó de Eivissa dos veces por semana, lunes y miércoles, de 16,30 a 18,00 horas. Las sesiones empiezan con un calentamiento suave y estiramientos para tener a punto brazos y piernas: «Deben mantener durante mucho rato los brazos en cruz, por lo que al final se les cargan bastante. Al principio también les duele un poco las piernas porque hacen mucha fuerza, pero con el paso de los días se acostumbran y se lo pasan muy bien». Con las clases, los alumnos aprenden a patinar hacia delante, hacia atrás y forman diferentes figuras: «Una que les gusta mucho es el cochecito, que coger impulso, patinar, agacharse y continuar rodando», explica la profesora. Àngeles acepta patines en línea para sus clases, pero recomienda los de cuatro ruedas porque son los más aptos para avanzar en las clases: «Con los de línea no se pueden hacer según qué figuras o movimientos». Las personas interesadas aún pueden apuntarse a las clases en el colegio Can Cantó.

María José Real

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