El conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, reiteró ayer que ante la próxima oferta pública de empleo público se aplicará una exención, por un plazo de dos años a médicos y enfermeras, en el requisito de conocimiento del catalán, en aquellas plazas en las que haya problemas para que sean ocupadas.

Por su parte, la diputada del PP Aina Castillo criticó ayer el borrador de decreto del IB-Salut en el que se considera un requisito el conocimiento del catalán para acceder a una plaza en el Servei de Salut y añadió que en sanidad «lo que pedimos los pacientes es que nos curen con los mejores conocimientos técnicos posibles, mientras que es relativamente poco importante el idioma en que nos atiendan».

Castillo pidió al conseller, durante su intervención en el Parlament, si cree que estipular el conocimiento del catalán como un requisito mejorará la calidad del sistema sanitario en la Comunitat Autònoma y defendió que el catalán debe establecerse como un «mérito» y no como un «requisito».

Thomàs defendió que el conocimiento de la lengua oficial de la comunidad «mejorará la comunicación entre médico y paciente».