En una semana en la que se ha vuelto a hablar de la reforma del puerto de Evissa, sus vecinos y comerciantes también han opinado sobre lo que sería más conveniente para la zona. Aunque lo cierto es que, entre unos y otros, las opiniones son muy diferentes.

La presidenta de la asociación de vecinos de Sa Riba y La Marina, Cecilia Galbis, señala que necesitan que les quiten «los barcos de aquí ya» y aseguró que la convivencia con ellos se les hace imposible por el ruido. Sin embargo, la comerciante Mari Carmen Pérez confesiesa que si se llevan los barcos de la zona «sería una faena», pues hay negocios que se nutren de las compras de última hora que realizan los turistas mientras están esperando salir.

Desde la asociación de comerciantes de la Marina, su presidente, Ramón Cabello, hace hincapié en la urgencia de una obra que «lleva mucho tiempo de retraso». Y se muestra esperanzado en que «una vez quiten el tráfico rodado y descienda el número de barcos que lleguen a esta zona, los vecinos no tendrán que soportar tanto ruido».

Y si antendemos a las quejas de los turistas, Vicente Gisbert recordó malos olores que tienen que soportar y de las dificultades que tienen para acceder al barrio y aparcar. Gisbert señala, además, de lo molestas que son las pantallas de cristal que han instalado, que «impiden a muchos visitantes a hacer el recorrido hasta el final del puerto».

La próxima semana tendrá lugar una reunión técnica donde está previsto que se decidan las últimas modificaciones que sobre el proyecto del puerto de Vila solicitan desde el Consell. Se hablará, sobre todo, de la redimensión de las plataformas.