PATRiCIO CANDIA/X. G. zegrí

La titular del Juzgado de Instrucción 4 de Palma, Piedad Marín, dictó ayer un auto por el cual decreta la libertad bajo fianza de 100.000 euros para la ex gerente del Centre per el Desenvolupament Econòmic de les Illes Balears (CDEIB) Antònia Ordinas, otros 100.000 euros para el ex director general de Promoción Industrial Kurt Viaene, y de 6.000 euros para la soprano y esposa de Ordinas, Isabel Rosselló, todos ellos imputados en el 'caso Scala'.

Ordinas, Viaene y Rosselló permanecían en prisión desde el pasado 1 de octubre por su supuesta participación en una red de corrupción creada en el CDEIB en la pasada legislatura. Varios empresarios, también imputados, han declarado ante la jueza y el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, que pagaban comisiones por los trabajos encargados por ese organismos público.

La decisión de admitir los recursos de los abogados para la puesta en libertad de sus clientes fue adoptada ayer en una reunión celebrada en el despacho de la juez. Tras el pertinente auto que decreta la libertad con fianza de Ordinas, Viaene y Rosselló, los letrados Gaspar Oliver, Eduardo Valdivia y Jaime Campaner, se pusieron manos a la obra para reunir el dinero.

El primero en afianzar los 100.000 euros exigidos por la jueza fue Viaene, que abandonó la cárcel pasada las siete de la tarde. Poco después lo hizo Rosselló. En cambio, Ordinas, seguía ayer intentando reunir los 100.000 euros para constituir su fianza. Su puesta en libertad es cuestión de horas, según su abogado Eduardo Valdivia.

Los argumentos expuestos por los abogados para solicitar la puesta en libertad de sus clientes fue determinante. Gaspar Oliver, letrado de Kurt Viaene, insistió en que la prisión preventiva «no puede tener el carácter de pena anticipada», y para respaldar su argumento citó «copiosa jurisprudencia» del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional. «Han establecido (ambas altas instancias) que la prisión provisional nunca puede tener el carácter de pena anticipada. Se trata, simplemente, de asegurar la presencia del inculpado al acto del juicio oral», añade Oliver en su escrito.

Investigación criminal

También, el abogado subraya que la investigación criminal del 'caso Scala' está prácticamente concluida y las diligencias de investigación que quedan por practicar en la actualidad «no son susceptibles de interferencia alguna por parte de mi patrocinado».

La defensa de Viaene también citó el 'caso Son Oms', y las sentencias de otras dos causas, 'Andratx' y 'Rabasco' para determinar que los planteamientos condenatorios «se apartan radicalmente de los postulados de la Fiscalía, fijando penas que, ni por asomo soportan una prisión provisional»

El ex director de Promoción Industrial ha negado en todo momento su participación en los hechos investigados. Además, su residencia familiar, situada en el Port d'Alcúdia ha sido registrada en dos ocasiones.

Ordinas, en cambio, ha declarado ante la jueza que Viaene también participaba en el cobro de comisiones por los trabajos del CDEIB. La ex gerente de ese organismo público ha colaborado con la Justicia, hasta el punto de que guió a una comisión judicial hasta el jardín de su casa donde tenía enterrado en el jardín 240.000 euros en una caja de Cola Cao. También, otra comisión judicial encabezada por el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach registró un pozo en la vivienda de sus padres en Binissalem, pero sin resultado alguno. En el 'caso Scala' están imputados cerca de treinta personas, la mayoría de las cuales ya ha prestado declaración ante la juez Piedad Marín.

El ex director de Promoción Industrial del anterior Govern Kurt Viaene declaró al salir de la prisión: «Estoy muy contento. He estado aquí 61 días y 1.352 horas, es mucho tiempo sin ver a mis hijos. Tengo muchas ganas de llegar a mi casa». A la pregunta de cómo lo había pasado en la cárcel, respondió con otra pregunta: «¿Y tú que crees? ¿Habéis estado aquí antes? Desde luego, no se pasa muy bien». Siempre escoltado por su abogado, Gaspar Oliver, Viaene mostró un semblante serio, todo lo contrario de la soprano Isabel Rosselló, quien, sonriente, dijo que se sentía «muy bien» en libertad. Su esposa, Antònia Ordinas, le acompañará, probablemente, hoy, cuando reúna el dinero de la fianza.