El Govern balear prepara actualmente el proyecto para la construcción de un centro escolar de pequeño formato y con características especiales al que destinará, a partir del próximo curso, un grupo de alumnos con problemas de conductas agresivas, derivadas de trastornos mentales, como brotes psicóticos o esquizofrenia, y que estará ubicado en los alrededores de Palma. El nuevo centro albergará inicialmente entre 15 y 20 alumnos.

En las Pitiüses hay 3 o 4 alumnos con este perfil, por lo que la delegada territorial de Educació, Margalida Marí, informó de que está manteniendo conversaciones con la Conselleria de Salut, -pues aclaró que estos centros no se pueden mirar únicamente desde el punto de vista docente-, con el fin de negociar la construcción de una unidad terapeútica educativa en Eivissa similar a la de Palma. Dijo que se trata de una infraestructura novedosa en las islas y que «facilitaría la labor con un tipo de alumnos muy reducido en número, pero que suponen un esfuerzo importante a la hora de atenderlos en los centros ordinarios como están actualmente».

Al referirse a este tipo de estudiantes la delegada de Educació explicó que «son personas con muchos altibajos, que en algunos momentos atenderlos no supone ninguna dificultad añadida, pero que cuando tienen algún brote sí que pueden crear alguna situación difícil para el profesorado, aunque sepan cómo atenderlos».

En cuanto a la necesidad de este centro terapéutico en la isla, Margalida Marí informó de que actualmente «este tipo de alumnos tienen a su disposición a profesionales en pedagogía terapéutica e incluso a auxiliares técnicos educativos, que dan soporte al profesorado, además de orientadores y psicólogos, pero que lo que no tienen en ningún caso es a personal médico, con lo que si padecen un brote en algún momento, entonces hay que recorrer a solicitar asistencia médica». Marí destacó que los recursos existen, pero que se encuentran dispersos y que lo que hace una unidad terapéutica educativa es concentrar estos recursos necesarios para este tipo de alumnos en un mismo espacio.

En cuanto a las mejoras necesarias en el Instituto de Sant Llorenç, la delegada de Educació recordó que durante cuatro años fue la directora de este centro por lo que conoce perfectamente y ha padecido su problemática.

Por ello, y tras las críticas que realizó Miquel Jerez a la delegada, el diputado del PP acusó de «no hacer valer su autoridad frente a la Conselleria», Margalida dijo esta afirmación le había hecho gracia. De cualquier modo, aseguró que comparte la vision de los populares, a los que informó de que ya se ha solicitado un proyecto para sustituir toda la domótica del centro.