El Consell está negociando la compra de 23.000 metros cuadrados en sa Caleta para poder revalorizar todos los restos arqueológicos que hay en la zona y construir un centro de interpretación que explique la historia del poblado fenicio, que está declarado Patrimonio de la Humanidad. Así lo anunció ayer la consellera de Política Patrimonial, Marga Torres, después de que la consellera del PP, Carolina Torres, propusiera exactamente los mismos planes para esta área.

La consellera explicó que sa Caleta es una «joya» de la época fenicia, donde no sólo está el yacimiento arqueológico vallado propiamente del poblado, que pertenece al Consell. De hecho, hay muchos otros restos que ya han sido documentados y que han sido tapados con tierra para evitar su destrozo. Asimismo, hay infraestructuras militares de los años 40, con un acuartelamiento que está en muy malas condiciones y dos baterías de costa, que tienen túneles subterráneos que se comunican. «Todo esto se está degradando y está lleno de suciedad», lamentó Marga Torres, que indicó que el antiguo acuartelamiento podría servir para construir un centro de interpretación.

Las negociaciones con los seis propietarios de la pequeña península de sa Caleta ya han comenzado y la consellera asegura que hay predisposición para comprar, ya que aquellos terrenos no se pueden construir por estar junto a bienes Patrimonio de la Humanidad, ser BIC y estar en el área del parque natural de ses Salines. El Consell solicitó a finales de año una tasación para conocer qué podría costar esta extensión. «En un mes podremos tenerla y luego empezaremos a negociar», añadió Torres, que indicó que si la compra no se consigue se buscarán fórmulas para poner en valor todos los restos arqueológicos y construir un centro de interpretación.

El debate surgió después de que el PP presentara una moción que solicitaba la compra del espacio y la construcción de un centro de interpretación. La consellera popular Carolina Torres explicó que los restos que no están vallados tienen que ser protegidos ante posibles actos de vandalismo o ante la acción del paso de personas y vehículos. «Esto puede ser un gran atractivo turístico y para los residentes», insistió la consellera popular, que pidió que este proyecto se elabore en el marco del Consorci Patrimoni de la Humanitat.

La consellera de Política Patrimonial contestó que los restos no vallados también están protegidos después de haber sido tapados. Además, en los próximos días se procederá a la colocación de una valla para que los vehículos ya no puedan acceder a toda la península de sa Caleta. La finalidad es que los coches no estropeen ningún resto. Sí que se podrá acceder a pie.

La consellera popular mostró su satisfacción al saber que ya se está trabajando para llevar a cabo estos planes. La moción del PP, de este modo, salió aprobada por unanimidad.

Biblioteca

Ambos grupos también se pusieron de acuerdo para aprobar la desafectación definitiva de la parcela de 7.000 metros cuadrados junto al recinto ferial donde se construirán la biblioteca, el archivo histórico y el museo arqueológico. De esta forma se aprueba inicialmente la cesión de este terreno al Ministerio de Cultura, con lo que pasa de dominio público a bien patrimonial. Una vez realizada esta desafectación se inicia el procedimiento de cesión al Ministerio de Cultura, con la aprobación inicial del expediente. Luego se abrirá un plazo de información pública de 20 días.

Los sindicatos CCOO, CSI-CSIF, UGT y USO presentaron alegaciones a la aprobación definitiva del presupuesto del Consell porque consideran que la documentación que les han facilitado es «errónea e incompleta». Creen que hay una actitud «oscurantista» y una «obstaculización sindical». Pese a estas críticas, el equipo de gobierno aprobó ayer definitivamente las cuentas rechazando las objeciones sindicales. Según la consellera Pilar Costa todo se ha hecho conforme a la ley y se ha facilitado la documentación necesaria a los sindicatos. Sin embargo, el conseller del PP Diego Guasch criticó que este hecho puede ser «causa de nulidad» del presupuesto y lamentó las malas relaciones con los sindicatos. Por ello pidió al equipo de gobierno «más seriedad» en temas sindicales. Pese a ello, el PP se abstuvo en la votación para no obstaculizar las cuentas.