Dentro de su «pequeño proyecto de campaña de limpieza», el Ayuntamiento de Sant Antoni convocó ayer a los medios de comunicación para que fueran testigos de la retirada, por parte de una empresa especializada, de residuos peligrosos, concretamente uralita fragmentada, vertidos de forma ilegal junto a un grupo de contenedores de basura en la carretera que enlaza Sant Rafel y Forada.

«La uralita en sí no es peligrosa, pero sí lo es cuando se fragmenta, ya que desprende amianto», manifestó el concejal de Medio Ambiente del municipio, Juan Linde, mientras los operarios, protegidos con monos, guantes, gorros y mascarillas especiales, realizaban el trabajo de retirada de los trozos de uralita.

Hasta 30.000 euros

Según el concejal se han detectado cinco vertidos ilegales como éste en otros tantos puntos del municipio, lo que ha supuesto un desembolso para las arcas de Sant Antoni de 2.200 euros.

Por el momento no hay pruebas acerca de quién o quiénes han vertido la uralita. Linde recordó que, según las ordenanzas municipales, si se sorprende a los autores de los vertidos se enfrentarán a una sanción económica que asciende hasta los 30.000 euros.

Para deshacerse de la uralita es necesario dirigirse a cualquiera de las dos empresas especializadas que hay en Eivissa en la gestión de este tipo de residuos, que según el concejal de Medio Ambiente son Ca na Negreta y Residuos Ibiza, aunque también es posible hacerlo llamado por teléfono a la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear. «Quien tenga uralita en casa y tenga que deshacerse de ella que llame a los gestores», dijo Linde.

Los expertos consideran que estar en contacto de forma esporádica con el amianto que se genera con la fractura de la uralita apenas genera riesgos para la salud. Sin embargo, la exposición a largo plaza puede resultar muy peligrosa. Sería el caso de tener cerca trozos de uralita. El cáncer de pulmón es una de las enfermedades que se puede contraer, así como también, muy a largo plazo, mesotelioma maligno, que es el cáncer de la célula mesotelial, que afecta a la pleura y al peritoneo. También puede ocasionar asbestosis, un enfermedad pulmonar crónica. Las fibras de amianto penetran en los pulmones e irritan el tejido pulmonar, lo inflaman y provocan con los años fibrosis pulmonar