SAMUEL PARRA

La jornada inaugural de la edición de 2009 de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, sirvió ayer para que los representantes de instituciones y empresas de las Pitiüses mantuvieran los primeros contactos con los touroperadores para tomar el pulso a la actividad turística prevista en la próxima temporada. Tras estos primeros encuentros, los primeros datos de reservas son poco esperanzadores y han provocado el temor a que las agencias recrudezcan sus peticiones de rebaja de precios de los hoteleros en Eivissa y Formentera, así como el que decidan recortar el número de plazas de avión que reservarán este verano para llegar a es Codolar.

En este sentido, el conseller de Desenvolupament Empresarial, Joan Serra Mayans, animó a los hoteleros a aunar esfuerzos y resistir a las presiones de las grandes agencias. «En estos momentos debe haber más unión, no sólo en cuanto a los hoteleros, los cuáles deben hacer un esfuerzo para mantenerse y la administración está dispuesta a trabajar con ellos. Eso sí, las empresas verán si las peticiones de rebajas de precios son un proceso de chantaje de los operadores o si es un ajuste necesario a la situación del mercado», afirmó Mayans.

Su compañera Pepa Marí, responsable de Promoció Turística en el Consell d'Eivissa, coincidió en la necesidad de que sean las empresas las que calibren la necesidad o no de recortar tarifas, aunque pidió que cualquier ajuste no persiga ofrecer una oferta más barata sino con una mejor relación entre lo que se ofrece y lo que se demanda. «Cada hotelero sabe lo que negocia y lo que le están pidiendo los operadores. Sabemos que uno de los handicaps de Eivissa es que es una isla cara. Independientemente de eso, no ganamos nada regalando las cosas, accediendo a la presión de los operadores. Cada hotelero debe saber qué precios y servicios ofrece. Lo que les pediría a cada uno es que ofrezcan una buena relación entre ambos conceptos».

«Los hoteleros, en última instancia, son los que tienen que decidir lo que pueden o no cobrar. No les voy a pedir que reduzcan sus márgenes de beneficio porque sé que son vitales para poder hacer posteriores inversiones», reiteró.

Puertas abiertas

La difícil situación económica no sólo hace planear sobre Eivissa la petición de las grandes agencias de que se rebajen precios, recortando beneficios. Igual o más peligroso si cabe es la pérdida de plazas de avión para la próxima temporada, anunciada o ya decidida por algunos de los principales vendedores de paquetes turísticos en la Isla. A este respecto, Marí explicó que el Consell ha mantenido las primeras reuniones con los touroperadores y les ha transmitido la petición de que no tomen decisiones precipitadas al respecto.

«Las reservas están relativamente flojas, según nos transmiten los touroperadores. En los contactos que estamos teniendo con ellos, les estamos transmitiendo un mensaje claro de que estamos dispuestos a apoyarles en su promoción y a vender Eivissa, pero les pedimos que no quiten vuelos, que dejen las puertas de Eivissa abiertas y no reduzcan sus capacidades. Queremos que no tomen los actuales niveles de reservas como referencia ya que no significan nada en este momento puesto que, por la situación económica, las ventas están bajas pero no significa que la gente vaya a renunciar a tener vacaciones, sino que se van a retrasar al último momento, por lo que los agentes deberán reestructurar su oferta», defendió Marí.

«Lo que queremos evitar es que, cuando la gente vaya a reservar en el último momento, no se encuentre que tenemos la oferta, tenemos la demanda, tenemos las actividades pero no tenemos la suficiente capacidad en los vuelos que llegan a las Islas», remarcó la consellera.

Para finalizar, Marí apuntó una nota moderadamente optimista puesto que el nivel de vuelos previstos para mayo en es Codolar es igual al del mismo mes del año pasado, según les habían confirmado fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea.