Los puertos de Vila y La Savina dependientes del Estado cerraron el pasado ejercicio con 644.208 pasajeros en el tráfico de cabotaje (conexiones con Palma y la Península), cifra que se sitúa en 183.600 usuarios que un año antes, lo que supone un 22,18% menos.

Así lo ponen de manifiesto los datos oficiales publicados ayer por la Autoritat Portuària de Balears (APB), que incluyen también un descenso significativo pero porcentualmente menor en las conexiones marítimas entre Eivissa y Formentera. En este caso, el tránsito de pasajeros entre las dos Islas fue de 1,13 millones, medio millón menos que en el ejercicio de 2007. Proporcionalmente la diferencia fue de un 4% menos.

Al contrario que en el caso del pasaje regular, el número de ocupantes de cruceros turísticos que recalaron en las Pitiüses aumentó ligeramente hasta los 81.157 usuarios, 755 más que un año antes. Este incrementó se logró gracias a que Formentera multiplicó por cuatro sus resultados hasta rozar los 1.950 cruceristas. En Vila, en cambio, se perdieron casi 700 usuarios y se alcanzó una cifra final de 79.210 viajeros. En el capítulo de cruceros, el incremento se logró a pesar de una caída en el número de buques arribados: 103 frente a 114.

Menos actividad

No sólo el tráfico de pasajeros ha experimentado un notable descenso. La bajada de la actividad económica general se ha traducido también en una reducción acusada del tráfico de mercancías y que se situó en una caída aproximada del 10%.

De esta forma, en el puerto de Vila se pasó de 1,38 millones de toneladas trajinadas en 2007 a algo más de 1,24 millones en el pasado ejercicio. En el caso de La Savina, la evolución fue desde las 214.610 toneladas a 191.588.

Por último, en cuanto al número de buques, este año apenas se superaron los 3.000 barcos atracados, mientras que el ejercicio anterior la cifra rozó los 3.200.

La crisis de la construcción se refleja en las estadísticas de la APB en la caída de alrededor del 40% en los graneles sólidos, categoría compuesta fundamentalmente por grava y otros materiales de construcción. En este apartado, en Vila se movieron 186.348 toneladas, unas 173.000 toneladas menos. En el caso de La Savina la reducción fue algo menor, pasando de 9.263 a 6.641 toneladas. En el caso de los graneles sólidos, condicionados por la demanda de combustible, la disminución fue de un 1% después de que las 348.310 toneladas movidas supusieran 4.500 menos que un año antes.