Juan Manuel Miranda y Juan José Peciña, los afectados por el derrumbe del edificio de Viaje Barceló que han protagonizado una huelga de hambre durante una semana para pedir que después de ocho años se celebre un juicio por este suceso, agradecieron ayer, acompañados por su abogado, Santiago Lucas, el apoyo recibido por los ibicencos durante el tiempo que ha durado su protesta. Lucas indicó que las acciones legales emprendidas por ellas se deben, a su juicio, a «una imprudencia en la inobservancia de determinadas normas urbanísticas, como fueron presunta la falta de licencia para acometer la reforma del inmueble, así como la ausencia correcta de un proyecto, entre otra documentación que se debía haber presentado. Por ello, como ya informó ayer este periódico, deberán sentarse en el banquillo por un presunto delito de daños un constructor, J.F.L., de Construcciones Saguri; el representante de Viajes Barceló, J.S.P.F., así como el de Inmuebles de Baleares, A.D.B., sociedad que se encarga de gestionar los edificios explotados por la firma Barcelona. «No es de extrañar que hubiera connivencia y amiguismo cuando se hizo esto de esta manera», dijo a este periódico Lucas.

Los afectados por el derrumbe del Edificio Barceló piden una indemnización de unos 260.000 euros cada uno, cifra que se corresponde con el valor de la tasación de sus viviendas. La cifra total de indemnización por responsabilidad civil que se pide a los tres acusados para que hagan frente ronda los tres millones de euros. En concreto, 2.937.333 euros. A esta pena se une la multa de 36.000 euros que tanto el fiscal como la acusación particular piden para cada uno de los imputados. El letrado ha confiado en que a finales de mes el juzgado de lo Penal, que será quien instruya el caso, tenga en su poder todo el sumario. A este respecto, Peciña confió en que su ejemplo sirva para «se cree un precedente para que esto no vuelva a ocurrir nunca en Eivissa». Lucas ha arremetió contra el Ayuntamiento de Eivissa al que ha acusado de haber impuesto a sus clientes una multa en zona azul mientras estaban llevando a cabo la huelga y de intentar imponerles una segunda multa justo durante la mañana.