Reunión de nivel. El encuentro en que se cerró el proyecto contó con los máximos representantes de las administraciones implicadas. Foto: MARCO TORRES

Después de varias horas de reunión, el president del Govern, Francesc Antich; el del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés; la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa; y el máximo responsable de l'Autoritat Portuària de Balears (APB), Francesc Triay, anunciaron ayer en Vila que dan por cerrado el periodo de negociación para la reforma del puerto de la ciudad y que consistirá en una versión reducida en una hectárea de la plataforma inicialmente planeada en es Botafoc.

«El ajuste de estos 10.000 metros no significa que el proyecto inicial estuviera mal calculado, como ratifica la Declaración de Impacto Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, si no que nos ha permitido llegar a un acuerdo, lo cual no cierra ninguna posibilidad de futuro», defendió Triay antes de añadir que «más adelante habrá otras personas y otros gobiernos y las necesidades dirán si hace falta reincorporar esa superficie o no».

«El acuerdo es claramente satisfactorio para dar respuesta a nuestros clientes directos en el puerto, las navieras, que quieren dar un servicio de calidad a los pasajeros», valoró el responsable de la APB. «La segunda parte es que, con una visión de conjunto, habrá más posibilidades para los cruceros y para la náutica deportiva por los espacios que se generarán», añadió Triay, quién destacó que en momentos de crisis, estas obras serán «una inyección importante» para la economía y la generación de empleo.

Características

«La superficie de la plataforma será de 63.000 metros cuadrados, a los que habrá que sumar los dos espigones, una reducción de construcción que se traducirá en una reducción proporcional de los dragados y se mantendrá que el 50% de los materiales de relleno procedan de fuera de la Isla», añadió.

El responsable de al entidad enfatizó el hecho de que los trabajos se harán «con un control arqueológico continuo del dragado», de forma que el técnico responsable podrá parar la succión de materiales del fondo si se topa con elementos de valor histórico. Igualmente, Triay destacó que se realizarán trabajos «siguiendo unas medidas estrictas de control medioambiental».

El proceso podrá iniciarse en un plazo de 30 días cuando se complete el último trámite técnico con Puertos del Estado. Las obras podrían adjudicarse en agosto y, en octubre, las máquinas podrían iniciar sus trabajos.

Las obras tienen un coste previsto de 81 millones y una duración de entre 24 y 31 meses, «aunque estos datos podrán variar en función de la oferta ganadora», matizó Triay. Los trabajos podrían acabar entre octubre de 2011 y marzo de 2012.