ada persona es un mundo y además creo que Francisca no necesita consejos. Simplemente debe actuar con sentido común, que es el mejor instrumento para moverse por el mundo. Ella reúne todas las cualidades necesarias para ser presidenta de Manos Unidas: humildad, sencillez, sabe escuchar a todos y, sobre todo, dice mucho de ella que todos los que la conocen la quieren mucho», afirma María Marí, que ha sido presidenta de esta asociación durante siete años y desde hace un mes pasó a ser una voluntaria más para dejar como máxima representación y cara visible de la asociación a Francisca Marí.

«La verdad es que aún no soy consciente. Por el momento, ambas no hemos parado de trabajar porque recibimos la visita del misionero Julio Falagán. María y yo no hemos tenido tiempo para sentarnos a hablar tranquilamente, pero sé que si tengo alguna duda ella siempre estará aquí para ayudarme porque continúa vinculada a la Ong», explica la actual presidenta, quien afirma que en un principio no aceptó del todo la presidencia: «La noche que supe que mi nombre sonaba para ser presidenta no pude dormir. Pensé que era un puesto para una persona más joven, pero sé que la gente de menos edad que yo siempre está muy ocupada. Al final decidí que tenía que aceptar porque tengo salud y confiaron desde un primer momento en mí». Ella afronta su nueva situación con alegría «y sabiendo que hay mucho trabajo por hacer», puntualiza.

Tras siete años al frente de la delegación ibicenca de Manos Unidas, María Marí afirma que lo más importante son las vivencias que ha compartido con la gente: «Hay muchas personas en Eivissa que se preocupan por el bienestar de los demás. No lo parece, pero hay mucha sensibilización social. También he aprendido que la felicidad está siempre en dar a los demás y no acumular riquezas».

Los proyectos de Manos Unidas para el 2009 se centran en tres países: India, Bolivia y Mali. En el primer país quieren conseguir 75.730 euros para construir una escuela que quedó destruida por un monzón el año pasado. En Bolivia quieren construir sistemas para potabilizar el agua, mientras que en Mali centrarán sus esfuerzos de este año para formar educadores y asistentes sociales.

María José Real