El aparcamiento de la antigua Plaza de Toros, en el centro, es el único que queda abierto en la zona de es Pratet.

El Ayuntamiento de Eivissa retrasará la construcción del parking subterráneo de la Plaza de Toros hasta que se solucionen los problemas de aparcamiento del barrio de es Pratet provocados por el cierre de los disuasorios de la zona.

Es el compromiso que el concejal de Urbanismo, Vicent Torres, adquirió con la asociación de vecinos de es Pratet, una barrio que dio un giro de 180 grados con la pérdida de las 450 plazas de aparcamiento que suponían los terrenos privados que se utilizaban como disuasorios. Por ello, aunque la construcción del nuevo aparcamiento subterráneo está adjudicada hace más de un año y las tramitaciones para su inicio, aunque con cierto retraso, están en marcha, comenzar las obras significaría traer al barrio movimiento de camiones y maquinaria, y despojarlo del único aparcamiento gratuito que le queda, algo que provoca rechazo entre los vecinos y comerciantes que piden alternativas a la falta de aparcamientos.

En este sentido, entre las posibles soluciones, Torres aseguró ayer que no descarta «poder llegar a un acuerdo con los propietarios para abrir todos o parte de los aparcamientos de cara al verano y poder adecentarlos». «Ellos saben que es nuestro objetivo, pero no a cambio de cualquier cosa», agregó Torres, sobre el desacuerdo que hay entre el Consistorio y los dueños de los solares, que hace dos meses decidieron cerrarlos porque, según aseguran, el Nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) reduce la edificabilidad de sus terrenos.

Pero este intento de llegar a un acuerdo no es la única solución que busca el Consistorio. Además de «adecentar los disuasorios del primer cinturón de ronda y facilitar su acceso peatonal», Vila intentará buscar la posibilidad de alquilar a los propietarios uno de estos solares. Así se lo ha trasladado Torres a la asociación de vecinos. «Tenemos la esperanza de que entre todos podamos solucionar algo y no nos vamos a conformar con que todo quede solamente en palabras», apuntó, por su parte, Carmen Carcel, vicepresidenta de esta agrupación vecinal, que actualmente está en pie de guerra (con recogida de firmas, reuniones y carteles en los escaparates con sus quejas) no sólo por la falta de aparcamientos, sino también «por la falta de limpieza, el mal funcionamiento de los contenedores soterrados, las zonas de carga y descarga ocupadas».

Éstas reclamaciones llegaron ayer al pleno municipal mediante el concejal popular, Toni Prats, que presentó una moción para sumarse a las quejas de los vecinos y pidió que se tomaran «medidas de mejora, sobre todo de limpieza».

Sin embargo, Torres se le había adelantado porque, al igual que Prats, también se había reunido con los vecinos. El edil explicó que desde hace unos días una brigada de limpieza está actuando en la zona, que hay operarios adecentando el aparcamiento en superficie de la Plaza de Toros, el único que quedó tras el cierre de los parkings de es Pratet, y que también cambiarán los contenedores en mal estado.

El concejal de Urbanismo recordó que es Pratet es uno de los barrios en los que más se ha invertido de toda la ciudad, con la expropiación de la Plaza de Toros y la creación de la calle Pere Francés, entre otras actuaciones, mientras Prats, por su parte, criticó que toda esta inversión está «falta de mantenimiento».

A todo esto, la vicepresidenta de la asociación celebró la respuesta del Ayuntamiento a las quejas de comerciantes y vecinos pero destacó que «así tendría que ser los 365 días del año y no unos días porque hacemos ruido».

Ocho minutos es el tiempo medio que asegura el Consistorio que se tarda entre los disuasorios de Gesa o Can Bernat (junto a la rotonda de Santa Eulària) en llegar al centro de la ciudad. Un tiempo que, según los cálculos del concejal de Mobilitat, Joan Rubio, tarda una persona en hacer un kilómetro. Esto fue muy criticado por la oposición que señaló que estas cuentas pueden servir «para una persona de 25 años» y que no tienen en cuenta a las personas mayores o con dificultades de movilidad. El debate tuvo lugar durante la moción que el PP presentó en el pleno de ayer y que pedía que una autobús circular conecte los disuasorios con el primer cinturón de ronda, algo que finalmente fue aceptado por el equipo de gobierno, que destacó que estudiará cómo poner en marcha esta conexión.

El equipo de gobierno aprobó ayer una moción del Partido Popular que propone conectar los disuasorios del primer cinturón de ronda y el centro de la ciudad con un autobús. El concejal de Mobilitat, Joan Rubio, aceptó la propuesta del concejal Toni Prats, aunque con modificaciones, debido a que el edil solicitaba que estos autobuses puedan trabajar a demanda, es decir, que los conductores puedan pedir que les trasladaran al centro de la ciudad una vez dejan su coche. En este sentido, Rubio señaló que de esta forma no podrá ser pero que se estudiará la forma, frecuencia y recorrido que deberá hacer el nuevo servicio.