El presidente del Consell, Xico Tarrés, y la alcaldesa, Lurdes Costa, aseguraron ayer «que no hubo ningún conflicto» con el Ministerio de Defensa porque la construcción del edificio junto a Juan XXIII ocupara 100m2 del terreno contiguo, perteneciente al Estado. Según Tarrés, lo que hace la defensa de Roque López sacando a la luz ahora este argumento es «jugar con la moralidad de un conjunto de ciudadanos» e intentar «hacer ver que somos delincuentes».

Tarrés hace referencia a una de las pruebas que presentará el abogado Andrés Tuells en su recurso contra la decisión del juez de levantar su imputación por falsedad documental en el caso Eivissa Centre. Para Tuells, éste «fue un conflicto que duró años», como lo definió él mismo y, según destacó, «demuestra», que Tarrés, al estar al tanto de la «invasión» del terreno del Ministerio, sabía también que había una mayor construcción en el edificio cuando firmó la declaración de obra nueva.

Para el presidente del Consell, esto no es más que un «erre que erre» de la defensa de López, y recordó el auto del juzgado «dice que todo lo referente a la parte administrativa se ha hecho de manera correcta». «Es más, se ha hecho de manera impecable», remarcó Tarrés.

Por su parte, la alcaldesa Lurdes Costa aseguró que el Ayuntamiento, como socio mayoritario de la empresa mixta Itusa, a cargo del proyecto Eivissa Centre, «lo que hizo fue conseguir que la constructora Bruesa haga lo que tenga que hacer para intentar regularizar esta situación». «No hacía falta que se conociera porque se ha resuelto entre las partes implicadas y se terminó», agregó Costa, para quien Tuells intenta es «ensuciar algo que nunca ha supuesto ningún problema».

«Lo que me llama más la atención es que se está utilizando la información del expediente del juzgado para airearla públicamente y para darle una interpretación un poco engañosa por no decir mal intencionada», concluyó.

El abogado de Roque López aseguró ayer que «el conflicto por la invasión» se inició en 2005, poco antes «de la declaración de Tarrés como obra nueva». «Hay cuatro escritos que lo demuestran fechados en julio, octubre, noviembre y diciembre de 2005, y Tarrés tenía conocimiento del gran volumen de la construcción porque firmó la escritura el 1 de diciembre de ese año», agregó.