La agrupación de empresas liderada por Acciona Agua (que incluye a Aqualia y la constructora Llabrés Feliu Obra Civil) gestionará durante los próximos 15 años las plantas desaladoras de Sant Antoni y Vila (que dan cobertura a estos dos municipios, así como a Sant Josep) después de adjudicarse el concurso convocado por la Conselleria de Medi Ambient del Govern.

Con las reformas previstas en ambas instalaciones se debe conseguir una producción conjunta diaria de 29.500 metros cúbicos. La desaladora de Eivissa debe pasar de una producción por jornada de 8.400 metros a 12.000, mientras que la de Sant Antoni debe alcanzar un caudal de 17.500 metros cúbicos.

Fuentes de este departamento confirmaron que la empresa de infraestructuras y servicios se ha hecho con la adjudicación del contrato de forma provisional «puesto que no será totalmente válido hasta que no se ratifique en el consejo de administración de l'Agència Balear de l'Aigua y la Qualitat Ambiental (Abaqua)». No parece probable que este organismo se pronuncie en contra después de que la mesa de contratación emitirá un dictamen de propuesta de adjudicación para Acciona y sus socios por ser la propuesta económica más ventajosa.

Máximo de 31 millones

Desde la sección del Govern que dirige el conseller Miquel Àngel Grimalt no se concretó el importe final de la oferta ganadora presentada por la empresa, la cual debía estar por debajo de los 26,7 millones (31 millones si se incluye el IVA) estipulados como precio máximo de referencia.

Acciona, que ya gestionaba estas instalaciones hasta ahora, ha logrado ahora la «concesión de obra pública para la reforma de las instalaciones desaladoras de agua de mar de Eivissa y Sant Antoni, redacción de proyectos y ejecución de las correspondientes obras para la reforma de ambas instalaciones».

El pasado 20 de febrero, el conseller Grimalt anunció en Eivissa que la interconexión de las desaladoras que permitirá que el agua filtrada llegue a todos los núcleos de población a los que tiene previsto dar servicio.