La Marina se amotina contra las obras

Según informaron los comerciantes, los operarios comenzaron el vallado de las calles a primera hora de la mañana, dejando algunos comercios al margen del tránsito, con las consecuentes pérdidas, que para los más afectados supusieron cerrar la mañana con una caja de «cero euros». Además de las molestias por el ruido, se produjo un gran caos circulatorio porque, pese a las obras, los semáforos funcionaban de manera habitual. Los restaurantes tampoco pudieron realizar sus labores de carga y descarga, según contaron los afectados.

Por todos estos motivos, los comerciantes acordaron impedirle «de manera pacífica» el trabajo a las máquina cuando éstas reanudara sus labores y de este modo solicitar la presencia de algún responsable del Ayuntamiento de Eivissa para que les informase de «si la obra tenía todos los permisos necesarios».

A la manifestación acudió la Policía Local quien informó a los vecinos de que no podían impedir el trabajo de los operarios y el jefe de obra con el que algún comerciante mantuvo una conversación «un enfrentamiento». Finalmente asistieron a la concentración los concejales de Urbanisme y de Patrimoni Históric del Ayuntamiento de Eivissa Joan Rubio y Marc Costa, respectivamente, con quienes negociaron una reducción del vallado para que los comercios que no fuera necesario quedaran libres al tránsito y una reunión que está previsto se celebre en el día de hoy y a la que acudirán representantes de los comerciantes, del Ayuntamiento y del Consell.

Los comerciantes solicitarán información sobre el desarrollo y transcurso de las obras además de que, dentro de lo posible, se aceleren los trabajos ya sea con más horas de labor o con más operarios para que se perjudique lo mínimo posible a los vecinos y a los comerciantes de esta zona.

Una de las comerciantes manifestó que «no se puede firmar una obra para que se ejecute en estas fechas, se tiene que hacer antes o después, porque está ocasionando unos perjuicios muy graves».