Senegal, Rusia, Alemania o Marruecos. Esta es la procedencia de algunos de los alumnos de los institutos de secundaria de Sant Agustí de Sant Josep, Xarc de Santa Eulària y el Marc Ferrer de Formentera que han participado en el programa de voluntariado lingüístico que impulsa el Servei d'Ensenyament de Català de la Direcció General d'Administració, Ordenació i Inspecció Educatives.

La Conselleria d'Educació reconoció ayer la labor de los 118 alumnos, 88 de Eivissa y 30 de Formentera, que han participado en este programa en sendos actos celebrados en la extensión de la UIB de Eivissa y el Marc Ferrer de Formentera a los que se le entregó unos diplomas de reconocimiento. Este programa, que fue seleccionado como una de las mejores prácticas para aprender una lengua, se basa en la creación de las denominadas parejas lingüísticas, formadas por un catalanoparlante y un adolescente que acaba de llegar y quiere conocer el catalán. «Es como un alumno con padrino», dice la profesora Ana Torres, del Xarc, acompañada de Sara, Zaynab, Aajar, de Marruecos; Julia, de Alemania; y Verónica, de Rusia, que son algunas de las alumnas que han participado en este programa. Julia confiesa que antes «se aburría mucho, porque hay clases que no me gustan y no sabía hablar el catalán». Sara, que lleva siete meses en el instituto, confiesa que ahora «es mucho mejor, tengo amigos y me ayudan». La directora general d'Administració, Ordenació i Inspecció Educatives, Maria Gener, se refirió precisamente a la experiencia de los alumnos del Xarc: «Casi me he emocionado cuando he oído hablar de la amistad entre vosotros», dijo. Gener destacó la doble vertiente de la experiencia del voluntariado en la que «una es la parte lingüística de dar y recibir lengua y otra parte, que ayuda no sólo a superar las dificultades y enriquecernos lingüísticamente sino personalmente». Gener, que espera que el curso próximo se sumen más alumnos a este programa, señaló que se vive en un entorno con dificultad que, «por circunstancias externas al mundo educativo, hace más complicado el uso normal y habitual de nuestra lengua catalana».

Tanto la delegada de Educación, Margalida Marí, como la directora de Administració i Ordenació Educativa, Maria Gener, agradecieron la labor de profesores y voluntarios. «Los estudiantes se convierten en un modelo de intervención envidiable que empieza a ser imitado por otras istituciones de Eivissa. Con vuestro trabajo desinteresado se consigue hacer de nuestra legua lo que es en realidad: una herramienta de comunicación e integración», dijo Marí.