Alumnos de ESO y bachillerato de Blancadona, Quartó, La Consolació y Xarc se aproximan a los secretos de la bioquímica en unas prácticas de laboratorio en la Extensión Universitaria de la UIB. Fotos: MARCO TORRES

Durante la mañana de ayer distintos alumnos de ESO y Bachillerato de los institutos Sa Blancadona, Xarc, La Consolación y el Quartó de Portmany se pusieron las batas y los guantes para participar en unas prácticas de bioquímica organizadas por la UIB.

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«En los centros escolares no tienen ni los medios apropiados y en muchas ocasiones tampoco tienen tiempo para que los jóvenes trabajen en el laboratorio», explicó Francisca Molinos, coordinadora de esas prácticas conocidas como Demolab.

La práctica de ayer consistió, mediante unas mezclas y procesos químicos, en descubrir y ver el aspecto del ADN del mejillón y del plátano. Juana Mascaró y Miriam Crespí, dos alumnos de último curso de bioquímica de la UIB, se pusieron en el papel de maestras para dirigir la práctica. «Lo primero ha sido cortar el tejido, tanto del mejillón como del plátano, picarlos y luego se ha mezclado con sal. Se le añaden unas gotas de detergente común. Después hay que añadirle el etanol sin que se mezcle la parte acuosa», explicaban las instructoras.

Tras todos estos pasos, los alumnos conseguían separa y poder ver el ADN. El del plátano de una forma mucho más clara que el del molusco.

«El objetivo es incentivar la curiosidad de los estudiantes por la cienciay fomentar que opten por carreras y estudios de esta rama y de investigación», añadió la responsable. «Además, ven la parte lúdica de la ciencia», añadió Molinos.

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- Natalia Salazar