El temor de Madrid a confiar las rutas a una sola compañía en régimen de monopolio frena la rebaja de las tarifas en los vuelos interislas y la declaración de servicio público de las conexiones con la Península. Así lo aseguró ayer la directora general de Transport del Govern balear, Joana Amengual, quien, pese a ello, prevé desplazarse esta semana a Madrid para reiterar su reivindicación ante los nuevos responsables de Aviación Civil.

Los cambios registrados al frente del Ministerio de Fomento hacen concebir esperanzas a Amengual de que la «receptividad» y «sensibilidad» del Gobierno central sean ahora mayores. «Hasta ahora no la ha habido, pero nuestro deber es seguir demandando mejoras», apuntó. Su interlocutor en esta próxima reunión será el nuevo director general de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras.

«La petición es importante, sobre todo para Menorca y Eivissa, que acostumbran a sufrir los imprevistos de la programación de las compañías aéreas», sostiene Amengual, quien teme que, «sin una efectiva declaración de servicio público con la Península, será imposible intervenir en los precios de los billetes».

La directora general recuerda que, para que Madrid acceda a aprobar la declaración, «debe obtener el visto bueno previo de Bruselas y demostrar que no hay servicio, lo que este verano resulta difícil». De hecho. esta, misma semana el Govern anunciaba que Eivissa contará este verano con entre 9 y 11 conexiones diarias con Madrid y otras tantas con Barcelona, al tiempo que se anunciaba que casi todas las compañías mantenían, o incluso mejoraban, su oferta de vuelos respecto al verano pasado.

El problema, argumenta Amengual, es que «al Ministerio le asusta el régimen de monopolio», pero no sólo en los trayectos con la Península. También recela de esta solución para los interislas, pues la actual situación de crisis económica «agrava el temor a que irrumpa alguna operadora sin la suficiente fiabilidad».

De todos modos, la Conselleria de Mobilitat reclama que no se demore la solución. «Lo que nos importa es que Madrid baje las tarifas y nos garantice unas comunicaciones estables. El sistema al que recurra para hacerlo posible es lo de menos, pues será el Gobierno, en última instancia, el que deberá compensar económicamente a las operadoras», remarcó.