Las playas no han tenido casi visitantes.

Con media planta hotelera de las Pitiüses cerrada y la otra mitad (a excepción de los pocos que abren todo el año) a punto de bajar la persiana, la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) hizo públicos ayer los datos de ocupación que se pueden considerar casi definitivos puesto que recogen los resultados de su actividad de mayo a junio.

Según las cuentas de la patronal, los hoteles de las Pitiüses no ha sido capaces, durante estos cinco meses, de lograr una ocupación media que supere el 70% de las plazas disponibles. En concreto, el resultado final ha sido de un 68,76%, cifra que supone cinco puntos porcentuales menos que en el mismo periodo de 2008.

Examinando los datos por Islas, Formentera está salvando la temporada en mucho mejor forma que Eivissa, puesto que su media de ocupación se sitúa en un 72,09%, con una caída de 1,35 puntos porcentuales. La mayor de las Pitiüses, en cambio, presenta unos registros ligeramente por debajo de la media, con una ocupación del 68,48%, guarismo que representa 5,35 puntos menos que el año pasado.

Zona a zona

Dentro de esta última Isla las cosas también varían bastante en función de la zona turística que se consulta. Así, las calas de Sant Josep logran mejorar un tercio de punto porcentual respecto a los datos del año pasado, pero sigue siendo el punto con peores registrados de toda Eivissa, con una media de ocupación de un 64,06%.

La caída del turismo familiar, especialmente de procedencia británica, ha venido siendo el lastre principal que ha convertido a Santa Eulària como la zona en que más ha caído la ocupación. Las bajadas considerables que se registraban mes a mes han llevado a que, finalmente, su media rozara los dos tercios, un 66% que supone casi nueve puntos porcentuales menos respecto al año pasado.

En el extremo contrario se encuentra Vila y los establecimientos de Platja d'en Bossa, agrupados en el área 'Eivissa' y que han sumado la media más elevada, con un 73,18%. Este resultado, comparado con el de 2008, supone una pérdida de 2,73 puntos porcentuales.

Los hoteles de la zona Norte de la Isla tampoco pueden quejarse tras cerrar ligeramente por encima de la media (un 72,6% de ocupación), si bien es cierto que su descenso es el segundo más importante, con una bajada de 6,36 puntos.

Queda, por último, la zona de Sant Antoni y el resto de la bahía. Aquí la ocupación ha sido bastante baja, con un 65,91%, y la caída, ligeramente por encima de la media, hasta alcanzar los 5,76 puntos porcentuales.

Si los datos de la temporada en general son malos, los de la segunda mitad de septiembre son peores y ayudan a entender el cierre anticipado de hoteles. La media de ocupación ha sido de un 62,68%, es decir, más de un tercio de las habitaciones estaban vacías. Los casos extremos se registran en la Calas de Sant Josep, donde la media ha sido del 51%, casi 20 puntos menos que un año antes. En la zona Norte, el total es de un 57,49%, 18 puntos menos.

La consellera de Promoció Turística, Pepa Marí, consideró ayer que los últimos datos de la patronal siguen demostrando que la situación, con ser mala, no es catastrófica. Al mismo tiempo, rechazó las interpretaciones formuladas por el PP de sus declaraciones de hace unos días y que, según la oposición, suponían una negación de la crisis.

«Lo que dije es que la caída estaba entre un 5% y un 7%. No es que negara la crisis y el que haya realizado esa lectura debe saber que es incorrecta. Esas no fueron mis palabras», apuntó la consellera. «Lo que dije y lo que sigo creyendo es que el efecto de la crisis en Eivissa es menor que en otras zonas y está dentro de lo soportable», añadió.

Marí reconoció que las cifras dadas por la patronal «no satisfacen a nadie y se debe seguir trabajando para crecer».

Respecto a las críticas de los populares, la consellera dijo que «fuera de lecturas catastrofistas, recojo el guante lanzado para ponernos todos de acuerdo para trabajar para recuperar la temporada de seis meses». «Estoy dispuesta a liderar este proceso, pero es algo en lo que debemos trabajar todos juntos», concluyó.