De norte a sur, los pueblos de Eivissa son conocidos por sus playas y rincones pero también cuentan con numerosas iglesias y centros históricos dignos de visitar.

Uno de estos ejemplos, es la iglesia del pueblo de Santa Getrudis, un sencillo templo donde se venera a la mártir cuyo nombre recibe el pueblo, que está dentro del término de la parroquia de Santa Eulàlia. Fue mandada edificar por el obispo Manuel Abad y Lasierra en el año 1785 y se acabó de construir en el año 1797. Se construyó sobre una sola nave con capillas laterales y destaca su espadaña o campanario por sus dimensiones en comparación con la nave. En su interior destaca el altar mayor de la Virgen Mártir, las capillas Fonda y del Roser y el acceso al coro se realiza por la escalera situada en el porche, una gran diferencia con respecto a otras iglesias de Eivissa. En la actualidad, la plaza de la iglesia ha sido reformada y cerrada al tráfico, convirtiendo el centro del pueblo en un espacio ideal para pasear. Otro de los templos es el de Sant Agustí de es Vedrá, pueblo situado entre Sant Josep y Sant Antoni, que fue construido bajo la dirección de Pedro Grolliez de Servien entre 1791 y 1809. Tiene su orientación hacia la parte sur. La nave, aun cuando es única, como en el resto de los templos de la isla, refleja unas proporciones pocos habituales por su escasa anchura. Carece de porche de acceso, hecho que refuerza la singularidad de este edificio. El cento de Sant Antoni es otra de las opciones para acercarse a la historia religiosa de Eivissa. La iglesia actual data del siglo XVI, habiéndose edificado en el mismo lugar que el templo antiguo, probablemente levantado hacia finales del siglo XIV.

Estos tres templos son sólo un pequeño ejemplo de la gran variedad y riqueza del recorrido más cultural e histórico que ofrece la isla.