La Asociación de Artesanos de Sant Antoni volvió ayer a celebrar el Mercat de ses Places, junto a la iglesia del pueblo, después de que el Ayuntamiento les sancionara y les advirtiera de que podían perder la licencia de venta ambulante si continuaban negándose.

Los artesanos decidieron no continuar con su decisión de quedarse en el paseo marítimo, donde trabajan todos los días excepto los viernes, jornada en la que habían pactado con el Consistorio celebrar este mercado en el centro del pueblo para incentivar la vida comercial de la zona.

Aún así, se quejaron ayer de que el Ayuntamiento ha incrementado los controles diarios en el paseo, enviando a agentes de la Policía Local a pasar lista diaria para conocer las presencias y las ausencias. Algo que se notó el pasado miércoles, ya que muchos de los vendedores cambian el paseo por Es Canar, «como hacen muchos artesanos de la isla», aseguró la portavoz de la asociación, Sara Bosch.

De esta forma, ayer, aunque fueron muchos menos de los habituales, los vendedores volvieron al Mercat de ses Places, tal y como pedía el Ayutamiento.