Nombre: Salvador Redolat. Profesión: Copropietario de la tienda de animales Xano Xano. ¿Ha estado alguna vez en paro? Sí, hace más de 20 años. Familiar más cercano sin empleo: Ninguno. Posición respecto a la crisis: Relativamente optimista, cree que según las informaciones de los medios de comunicación todavía queda un tiempo para superarla. Opina que «nos hemos creído muy ricos» y que hay que pensar en que saldremos adelante.

El copropietario de la tienda de animales y peluquería canina y felina Xano Xano de Eivissa Salvador Redolat asegura que, «el que tiene perro no tiene más remedio que cuidarlo y alimentarlo. Es como el que tiene un hijo que tiene que cuidarlo, mejor o peor, pero tiene que hacerlo, se tiene que gastar dinero con él». Pero que dónde más se ha notado la crisis ha sido en la venta de cachorros, donde cifra una bajada en las ventas de en torno al 20%, «aunque hay meses mejores y meses peores», reconoce.

De cualquier modo, Redolat opina que, por lo general, la gente se retrae más para adquirir un animal nuevo. «Hay veces que en dos semanas no consigues vender ni un cachorro y luego en un día vendes tres», señala.

La crisis económica también se ha notado en la tendencia en la compra de los productos de alimentación para los animales, asegura el copropietario de Xano Xano. «La gente ya no busca una marca como podía hacerlo antes, ahora busca comida buena pero que no sea de una marca muy conocida porque esto suele encarecer el producto y la calidad suele ser parecida», indica Salvador Redolat, que explica que hay unas marcas de gama alta que son todas de la misma calidad, más o menos, y en cambio hay una diferencia de 4 euros por paquete. «También ocurre que si un perro se acostumbra a una marca luego es difícil cambiársela y no tiene nada que ver que sea más cara o más barata, mejor ni peor, simplemente que el animal se ha acostumbrado» afirma.

Otra de las tendencias que ha notado el copropietario de esta tienda de animales es que desde hace un tiempo «lo que más se llevan son los animales pequeños, las razas de perros pequeñas como yorkshire, chihuahua, maltés, pomeranias o cocker». Los motivos de este cambio en la tendencia son varios, según Salvador Redolat, «por un lado el espacio, ya que un perro grande necesita un lugar más amplio para vivir, y también las obligaciones que acarrea, porque no es lo mismo un perro pequeño que con un paseo corto está contento que uno más grande que necesita realizar más ejercicio físico. Y, por supuesto, es más caro mantener económicamente a un perro grande que a uno pequeño», aclara.

En cuanto a los precios, dependen de dónde proceda el animal, si ha nacido en Eivissa o hay que traerlo de la Península, de su árbol genealógico y en general del pedigrí, pero oscilan entre los 200 y los 900 euros por cachorro. Y si se trata de un perro muy especial puede llegar a ser más caro, indica Redolat.

El coopropietario de Xano Xano dice que llevan casi 25 años en la tienda por lo que la gente ya les conoce, y «eso es algo que siempre ayuda en momentos de crisis».