El presidente del Govern balear, Francesc Antich, la alcaldesa Lurdes Costa y el presidente de Autoritat Portuària de Balears (APB), Francesc Triay, defenderán hoy en París el proyecto de remodelación del puerto de Eivissa ante el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco.

La reunión tiene como primer objetivo poner a disposición del director general del comité, Francesco Bandarin, el proyecto de ampliación del puerto y «todos los informes y estudios» sobre el mismo para «demostrar que está hecho de manera legal» y que los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad «no corren absolutamente ningún riesgo». La comitiva intentará así contrarrestar la denuncia del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN-GOB) que llevó a la Unesco a solicitar al Estado la paralización del proyecto para estudiar si las obras pueden afectar o no a estos bienes, como son Dalt Vila y las praderas de posidonia.

El segundo objetivo es que la visita de los técnicos de la Unesco que vendrán a realizar este estudio sobre el terreno se lleve a cabo «lo antes posible».

Así lo explicó ayer la alcaldesa durante la inauguración del III Encuentro de Gestores de Sitios Declarados Patrimonio Mundial que concluye hoy en es Polvorí de Dalt Vila, desde donde reiteró también «que el proyecto se está haciendo con todas precauciones y las medidas cautelares para que no se produzca ningún problema». «Entiendo que se está utilizando el patrimonio para paralizar un proyecto que a algunos no les gusta pero desde las instituciones entendemos que es necesario e imprescindible para la ciudad», destacó Costa, para quien estas obras no sólo no perjudicarán los bienes destacados por esta declaración sino que los «beneficiará». «Vamos a alejar toda la carga y descarga de pasajeros y mercancías de la zona declarada patrimonio, por lo que estamos mejorando estos sitios alejando todas estas molestias y toda la circulación de personas y vehículos en la zona protegida que es la Marina y toda la ribera. Muy lejos de afectar al patrimonio, se están mejorando y poniendo en valor las zonas declaradas», destacó.

La reunión fue solicitada por el propio Antich y la comitiva también estará formada por la embajadora española ante la Unesco, María Jesús Sansegundo, y la directora de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, Àngeles Albert de León.

La alcaldesa Lurdes Costa reconoció ayer que «las obras podrían empezar» pero que aún no se han puesto en marcha porque «paralelamente ha surgido este acontecimiento». «Por eso, si el Comité del Patrimonio Mundial solicitó un informe, las instituciones lo que pedimos es que se realice cuanto antes. Pedimos que los técnicos de la Unesco se desplacen porque estaremos encantados de enseñarles, de presentarles y explicarles dónde se van a hacer las obras, cómo se van a hacer, con qué técnicas y con qué medidas protectoras», explicó la alcaldesa que insistió en que cuánto antes «se pueda hacer el informe» antes se podrán iniciar las obras que, «por otro lado, hace muchos años que muchos ciudadanos están esperando», destacó.

Estas declaraciones difieren de los que anteriormente aseguró Autoritat Portuària de Balears que argumentó que las obras aún no se han iniciado porque la empresa adjudicataria de la ampliación del puerto (la UTE formada por Ferrovial Agroman, Construcciones y Estudios, y Construcciones Llull Sastre) introdujo modificaciones en el proyecto que aún se están tramitando, por lo que el inicio de los trabajos se prevén para diciembre en vez de octubre como estaba previsto.

La subdirectora general de protección del patrimonio histórico del Ministerio de Cultura, Àngeles Alastrué, también presente en la jornada de ayer en es Polvorí, afirmó que «sería una pérdida para todos» que la Unesco pudiera quitar la declaración de Patrimonio de la Humanidad, como denuncian los ecologistas. «Precisamente, la alcaldesa y la directora general van a la Unesco a conciliar posturas para que no lleguemos a esta situación», aseguró.