Dos vecinas del edificio Torre de San Rafael, de Sant Antoni, se han unido para denunciar públicamente a un vecino que instaló una piscina hinchable en la azotea y que ha hecho obra, provocando que los techos de dos pisos tuvieran que ser apuntalados por orden del Ayuntamiento.

Clara Mendoza explicó que lleva dos años con problemas. «Mi techo es la terraza de este señor, y este verano montó la piscina y alquiló el piso a muchos ingleses. Además hizo obras sin dar parte al Ayuntamiento y las hizo con dinero de la comunidad», acusó Mendoza, que debe vivir con el techo apuntalado por el gran peso que supone la acumulación de material de obra y la piscina del vecino, quien además, según aseguró, «ha ocupado la parte comunitaria de la azotea» con este material.

Según Mendoza, los problemas son constantes ya que para llenar su piscina el vecino «ha robado agua de otro piso» provocando una factura de 800 euros, que ahora tiene que pagar la comunidad». «Además mi techo está negro de humedad porque se instaló la antena de la TDT cuando sabe que no se puede porque para ponerla debe agujerear el hormigón, y ahora me cae el agua a chorros», se quejó.

Esta larga lista de quejas comenzó, según Mendoza, hace unos años cuando este propietario alquiló su piso a un inquilino que lo transformó en un prostíbulo, aunque después tuvo que echarlo por las constantes denuncias vecinales.

Por su parte, otra vecina, María del Rosario Mora Rodríguez, se quejó de que la instalación de uralita que llevó a cabo este propietario «para que no le afecte el viento» provoca que sus techos tengan humedades por la acumulación de agua de lluvia. Esta vecina ya ha perdido un juicio con este vecino porque, según declaró este propietario ante el juez, «la azotea es comunitaria, cuando él siempre dijo que era suya». Para completar, el vecino denunciado fue presidente de la comunidad «y quería volver a serlo». Según Mendoza, los constantes escritos de queja enviados al Ayuntamiento no han servido de nada.