R. L

La Asociación de Montajes e Instalaciones Eléctricas de las Pitiüses (Asimie) emitió ayer un comunicado en el que acusa a GESA-Endesa de estar «ocultando información al consumidor» en referencia a la necesidad de instalar un Interruptor de Control de Potencia (ICP) en todas las casas.

Según la entidad, la confusión en la información que se ofrece permitirá que en enero, cuando sea obligatoria la presencia del ICP, la compañía llegue a embolsarse en las Pitiüses unos 9 millones de euros más por el aumento automático de potencia que permite la ley como penalización.

Igualmente, desde Asimie se considera que dicho elemento no es imprescindible ya que, próximamente, se deberán instalar contadores con servicio de telemedida y que cuentan con un sistema de seguridad similar al ICP.

Por último, los instaladores recomiendan que se alquile el aparato (calculan un coste mensual de 6 céntimos) en lugar de comprarlo (por unos 100 euros).