A pesar de que la legislación fija en 60 días el plazo que tienen las administraciones para abonar sus facturas, este margen no es cumplido por la mayoría de los organismos públicos, una circunstancia que pone en peligro la existencia de numerosas empresas, fundamentalmente pymes y autónomos. Así lo pusieron de relieve en Eivissa el presidente de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef), Mariano Riera, y el presidente de la asociación nacional de autónomos ATA, Lorenzo Amor, en la firma del convenio de creación de una agrupación pitiusa de autónomos.

«No creo que en las Pitiüses haya ninguna empresa que cobre de las administraciones en menos de 120 días. De hecho, a mí personalmente me han venido a quejarse muchas pymes y autónomos de que tienen pagarés de los organismos públicos y los bancos no se los descuentan», apuntó Riera.

El presidente nacional de ATA, por su parte, apuntó que «en España, una de cada cuatro empresas que han tenido que cerrar durante la crisis lo han hecho debido a la morosidad de la s administraciones». «De hecho, sólo el 24% de los ayuntamientos de Balears se ha acogido al plan de financiación del Gobierno para que pudieran hacer frente a los pagos a pymes y autónomos», añadió. Amor apuntó que, en toda España, la deuda de las entidades públicas con las empresas privadas asciende a más de 30.000 millones.

Desde ATA se apuntó que los datos revelan la mala situación que viven los autónomos y afirmó que «los datos no cantan, lloran».

Descenso de autónomos

Amor apuntó como ejemplo que en septiembre en Vila se registraron 88 autónomos menos que el mes anterior. Esta tendencia se invierte si se consideran los datos desde enero, con un incremento en 181 personas, pero que vuelven a ser muy negativos si se comparan con los de septiembre de 2008, cuando había 381 autónomos más. En cifras redondas, en la ciudad había unos 4.000 autónomos registrados.

Según el último dato publicado por el SOIB, en agosto había en las Pitiüses algo menos de 12.000 autónomos, cifra que superaba en unos 1.600 los registrados a principios de año pero que suponía unos 800 menos que un año antes.