El Consell d'Eivissa espera que en enero puedan entrar en funcionamiento las seis nuevas deixalleries (centros de recogida selectiva de residuos) que se han estado ejecutando en los últimos meses por parte de la entidad. Así lo anunció ayer el conseller de Medi Ambient, Albert Prats, durante la presentación de la nueva planta de tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) de Ca na Negreta.

Prats apuntó que «las seis deixalleries están ya finalizadas y ahora mismo estamos pendientes de cuestiones administrativas y de redacción de los pliegos de condiciones para sacar a concurso su gestión».

Los puntos de recogida se ubicarán en Sant Josep en Puig d'en Alis y la Finca de s'Olivar y tendrán 601 y 610 metros cuadrados. En Santa Eulària, los emplazamientos son Ca na Palava (661 metros cuadrados) y Prat d'Arabí (810 metros cuadrados); mientras que en Sant Antoni estarán las dos instalaciones mayores: Can Pujol Negre (2.214 metros cuadrados) y una parcela en Montecristo (2.700 metros cuadrados).

En la misma intervención, Prats anunció que su departamento ha conseguido aumentar de 105 a 145 euros por tonelada de RAEE el precio que pagan los productores que 'recompran' este material a los ayuntamientos.

El incremento de precio tendrá efecto retroactivo desde el pasado septiembre y se mantendrá hasta principios de año, cuando el Consell quiere reabrir las negociaciones «ya que con la entrada en funcionamiento de las deixalleries esperamos que haya un cambio en cantidad y calidad de la recogida selectiva».

El pasado año, Ca na Negreta gestionó 1.407 toneladas de residuos electrónicos mientras que este año ya se llevan recogidas 1.254.

La empresa gestora de residuos Ca na Negreta inauguró ayer una planta de recepción y tratamiento de aparatos eléctricos y electrónicos desechados.

Hasta ahora, la empresa centralizaba la recepción de estos elementos y los transfería a plantas específicas de la Península para su limpieza y separación en elementos reutilizables o reciclables.

A partir de la puesta en marcha de estas nuevas instalaciones, la planta podrá realizar las operaciones de descontaminación y separación de los elementos útiles, unas operaciones que permitirán reducir las emisiones de CO2 y abaratar los costes del transporte, apuntaron fuentes de la empresa durante la presentación.