«Mejor ser prudentes». Ésta fue la única declaración que hizo el presidente de Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay, momentos antes de iniciar con los asesores de la Unesco la visita sobre el terreno por las actuales instalaciones portuarias de la Marina, y por el dique de Botafoc, para mostrarles el presente y explicarles el futuro proyectado desde las instituciones para el puerto de Eivissa.

La misión de los evaluadores enviada por el Centro de Patrimonio Mundial inició ayer sus tres días de investigación sobre el proyecto de remodelación y ampliación del puerto, para informar a la Unesco si las obras afectarán a los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, como son Dalt Vila y las praderas de posidonia, lo que supondría poner en peligro tal distinción mundial.

Siguiendo la máxima de que ningún integrante del consejo evaluador puede pertenecer al Estado al que se está investigando, el grupo de evaluadores está formado por Christine Pergent, francesa, y representante de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); Mechtild Rossler, alemana, y evaluadora del Centro Patrimonio Mundial, y Goran Niksic, integrante del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), y de origen croata.

Reunión institucional

El grupo llegó a las 9'00 horas a Can Botino donde fue recibido por la alcaldesa Lurdes Costa y por la Jefa de Servicio de Patrimonio Mundial del Ministerio de Cultura, Laura de Miguel. Fue la reunión institucional de la jornada y contó con la presencia de la portavoz de la oposición en Vila, Virtudes Marí, y de los concejales Marc Costa y Vicente Ferrer. El encuentro duró alrededor de dos horas y en el mismo estaba prevista una presentación de los bienes declarados de Eivissa, una explicación sobre la relación puerto-ciudad y otra acerca de la incidencia de las instalaciones portuarias sobre los bienes distinguidos.

La jornada continuó con la llegada del director de Autoritat Portuària, Francesc Triay, a Can Botino, para iniciar, junto a los evaluadores, la alcaldesa, y el resto del grupo, la visita por las instalaciones porturias.

La primera escala fue en el puerto de la Marina, «la única estación marítima para recibir pasajeros», destacó Costa a los evaluadores, antes de comenzar con un recorrido a pie de quince minutos por el interior de la zona de carga y descarga de la Marina, para partir, después, hacia el dique de Botafoc. Una vez allí, rodearon el faro, donde la integrante del Centro de Patrimonio Mundial se interesó por las construcciones de s'Illa Plana para saber si eran ilegales, a lo que la comitiva respondió que estaban edificadas antes de la Ley de Costas. La visita a la zona donde se trasladará el puerto no duró más de 20 minutos, y se completó con una nueva escala al final del dique.

Presentación del proyecto

Por la tarde, la jornada de visitas y reuniones continuó en la sede de Autoritat Portuària con la presentación sobre plano del proyecto de remodelación y ampliación del puerto, a cargo del propio Francesc Triay. A su fin, los evaluadores se reunieron en Can Botino con los grupos opositores al proyecto (ver despiece), como son el Grup d'Estudis de sa Naturalesa, GEN-GOB, el Institut d'Estudis Eivissencs (IEE), y la formación Eivissa pel Canvi.

La misión de reconocimiento se extenderá hasta el viernes, aunque el programa diseñado por el Ministerio de Cultura está sujeto a los cambios que propongan los evaluadores, cuya función será elevar un informe a la Unesco que determine si la plataforma de 75.000 m2 que se prevé construir en Botafoc puede tener un impacto sobre Dalt Vila pero, sobre todo, si los 600.000 m3 de vertidos de fangos que producirán las obras y que se arrojarán al mar, afectarán a la posidonia, protagonista de la declaración mixta de Patrimonio de la Humanidad, que distingue a Eivissa por su cultura y biodiversidad.

Por último, cabe destacar que se trata de una evaluación cuya información acerca de las reuniones está cerrada a cal y canto a los medios de comunicación por parte del Ministerio de Cultura, cuyos portavoces aseguran que es a petición de la Unesco.

Vecinos de Botafoc y usuarios del puerto deportivo Marina Botafoch criticaron ayer que fueron «ninguneados» por los organizadores de la misión de la Unesco tras intentar conseguir una entrevista con los evaluadores para exponer su opinión sobre el proyecto del puerto que se prevé construir en esta zona. Según se quejó una portavoz, «sólo les van a presentar a gente que diga lo que les interesa que digan».

El GEN expuso ayer a los evaluadores de la Unesco sus «preocupaciones» sobre el proyecto de ampliación del puerto y destacó que temen que esta visita sea «un desastre» debido a que «no han convocado a todos los opositores al puerto y sí a los grupos favorables», denuncian. «Nosotros tenemos tres cuartos de hora y ellos tienen tres días para machacarlos», se quejaba ayer la portavoz Neus Prats, sobre el programa elaborado por el Ministerio de Cultura para la misión de los evaluadores. «Sólo nos queda confiar en el buen criterio de esta gente porque el puerto será una aberración muy grande delante de un bien declarado. Si en Sevilla se han parado tres torres porque afectaba a la visual del patrimonio lo que no se puede hacer aquí es permitir que se haga cualquier cosa», destacó la portavoz del GEN, Neus Prats para quien «el sentido común evidentemente indica que esto no debería salir adelante». «Luego si el sentido común tiene algo que ver o no ya lo veremos en la resolución que haya», destacó Prats, quien recordó que en 1999 «la Unesco dijo que se tenía que parar la declaración hasta que se decidiera qué se hacía con el puerto». «Si en ese momento que las plataformas tuvieran 3'5 hectáreas era un problema, si hoy en día se mantiene el mismo criterio, unas plataformas de siete hectáreas tienen que ser un problema todavía mayor», concluyó Prats.

Tras el encuentro con el GEN, los evaluadores se reunieron con ExC que presentó su proyecto alternativo.

Preocupación de ExC

Según explicó el portavoz de ExC, Josep María López Garí, los asesores de la Unesco vieron de forma positiva «que hubiera un propuestas alternativas oficiales» al proyecto del puerto. «Hemos expuesto la preocupación que tenemos en ExC sobre el patrimonio y la cultura de nuestra isla, y porque este proyecto o cualquier otro ponga en peligro la declaración», explicó Garí, que destacó que los evaluadores son «gente muy profesional» que no dejaron «entrever absolutamente nada» sobre cuál podría ser su primera impresión sobre el proyecto de remodelación que promueve Autoritat Portuària.

Asimismo, los evaluadores mantuvieron una reunión con otro de los grupos opositores al proyecto como es el Institut d'Estudis Eivissencs (IEE).

Comité de Patrimonio

Preocupación por las obras

El Comité de Patrimonio Mundial expresó en su 33 sesión celebrada en junio en Sevilla su preocupación por la incidencia del proyecto del puerto en los bienes declarados tras una denuncia del GEN.

Paralización de obras

La misión de reconcimiento

Tras el comité la Unesco pidió que se paralizara el proyecto hasta que se llevara a cabo esta misión para inspeccionar si el proyecto afecta a los bienes.

Informe ante la Unesco

La conclusión de los expertos

Tras la visita, los evaluadores deberán presentar un informe al Comité de Patrimonio Mundial antes de su próxima reunión que se celebrará en Brasilia en julio de 2010, y donde se decidirá si el proyecto supone una amenaza para la declaración de Patrimonio de la Humanidad.