Toni Bonet, en sa Rota d'en Coca, ante la carbonera tradicional que han construido. | Marco Torres - MARCO TORRES

El abuelo de Toni Bonet ya hacía carbón hace más de 70 años en sa Rota d'en Coca, una finca desde donde se puede ver todo el Pla de Santa Agnès de Corona. Tras el largo proceso de quemado de la madera, el carbón que obtenía lo transportaba en carros hasta Eivissa para allí venderlo. Después de tanto tiempo, este tradicional oficio se ha podido recuperar. Ayer hizo exactamente un año que se volvió a encender una sitja en Santa Agnès con motivo de las fiestas patronales. «Me ayudaron a construirla Toni d'es Pujolet y Miquel d'en Trui, dos personas del pueblo que conocen bien cómo se hacía carbón», explica Bonet, mientras muestra las fotos de todo el proceso para la fabricación de la carbonera que se realizó hace un año. «La madera se coloca de una forma determinado con los troncos más gruesos al fondo. Después se cubre todo con hojas de pino y se rodea con la piedra que hace una forma ovalada», explica acerca del proceso de construcción.
Desde algo más de 15 días se ha preparado esta nueva carbonera tradicional que se encenderá el próximo viernes como una de las actividades de las fiestas de la localidad. Durante tres días la madera que se encuentra en su interior arderá sin descanso. «Esta sitja es de las pequeñas. Antiguamente se hacían incluso diez veces más grandes que esta», explica Toni Bonet mientras indica que esta no supera las tres metros de largo por un metro y poco de alto.
La recuperación del entorno donde se construye la sitja comenzó en 2008 cuando la APIMA del colegio del pueblo se apuntó al programa del Apadrina Patrimoni del Consell d'Eivissa. Gracias a esta iniciativa consiguieron una subvención que ha permitido recuperar este espacio, que no sólo está destinado a este oficio, sino que también se ha recuperado parte de la finca donde están las barracas. «Además de reconstruir una barraca que estaba muy deteriorada, también ha limpiado toda la zona que era muy boscosa y ahora se puede acceder un poco más adentro», explica Bonet. Además se ha reconstruido un muro en esta finca que ya se utiliza desde hace muchos años para visitas escolares. «Cuando iba al colegio, que aún no sabía que esto era de mi familia, ya veníamos a esta zona desde donde se ve todo el pueblo», comenta orgulloso Bonet.