El cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, aún tiene deudas con el constructor de su casa de Punta Grossa, en Cala de Sant Vicent, cuyas obras fueron paralizadas por el Ayuntamiento de Sant Joan por haber sido realizadas sin licencia.

La portavoz legal del constructor E.R., que aparece en el sumario de la causa, destacó que su vinculación con Correa «es puramente circunstancial» ya que «recibió un encargo como en muchas otras ocasiones para realizar una obra» y ejecutó «el proyecto que había realizado el arquitecto, conforme a las instrucciones del aparejador». Asimismo, la portavoz, que también prefirió mantenerse en el anonimato, indicó que «ciertamente la obra no llegó a finalizarse y hay una deuda pendiente de abonar». Sin embargo, no quiso aclarar cuál es la cantidad que el cabecilla de la trama de corrupción dejó a deber por su casa de Punta Grossa, debido a que el monto no ha sido reclamado por el constructor por la vía legal.

En este sentido, la portavoz indicó que la paralización de las obras es anterior a la detención de Correa y que, si bien en un principio se envió un burofax «para que quedara constancia de la deuda existente, pero dadas las circunstancias», cuando saltó la trama Gürtel, dudaron de hacer la reclamación «para no tener un vínculo que pudiera perjudicarle en un momento dado». Asimismo, indicó que la deuda supone un perjuicio para el constructor debido a que su empresa «no es una gran constructora ni mucho menos».

En el sumario

La portavoz aclaró que la estructura de la vivienda la realizó la constructora Busquet, y que en la obra intervino después otra empresa de construcción, Ceal 2002, que cesó en los trabajos. En este sentido, indicó que los trabajos encargados al constructor de Eivissa fueron realizar los acabados de albañilería.

Cabe destacar que este constructor aparece en el sumario de la causa, en la declaración de un trabajador del suegro de Correa, Juan Manuel Jiménez Bravo, imputado por blanqueo de dinero, defraudación fiscal y falsificación de documentos.

En su declaración, Bravo indicó al juez que se encargó de coordinar los trabajos de la casa de Punta Grossa y que para ello contrató al constructor E.R. En la declaración, el juez se interesó por si el constructor de Eivissa había cobrado en efectivo alguno de estos trabajos, a lo que el imputado dijo que no, y declaró que todos los trabajos fueron pagados mediante transferencia bancaria.

En este sentido, la portavoz del constructor quiso dejar claro que todos los pagos se abonaron «oficialmente» y que todas las facturas «están declaradas». Asimismo, indicó que el constructor se encargaba de la compra de los materiales, un aspecto que también interesó al juez durante la declaración del imputado por si alguna parte se había cobrado en efectivo, hecho que el imputado volvió a negar.

«Los materiales se adquirieron todos aquí y fue todo bajo factura», reiteró la portavoz, que aseguró que «en ningún momento daba la sensación de que hubiera nada extraño ni que la práctica de la empresa fuera sospechosa de nada», detalló en cuanto a la sociedad de Correa, Osiris Patrimonial S.A, propietaria de la casa de Punta Grossa.

Por último, la portavoz indicó que el constructor sólo vio a Correa en «dos ocasiones puntuales» y que siempre trataba con «su persona de confianza».