El economista José Antonio Avellaneda ha realizado recientemente un estudio en internet sobre el Índice de Angustia de la economía española, y ese ha sido su mérito. Se trata de un indicador de crisis originalmente llamado Distress Index que fue calculado hace tiempo por la Foundation for Economic Education (FEE) para EEUU pero que todavía nadie había decidido calcularlo en la economía española. Es un valor que combina hasta seis indicadores (desempleo, PIB, porcentaje de capacidad productiva, IPC, balanza de pagos y déficit público). «Éste índice, en realidad, es una aberración estadística porque estás sumando desempleo con PIB, con IPC, con déficit y eso son peras con manzanas. Yo ya la sé, pero si tú normalizas la estadística para tener un indicador que te permita sumar unos con otros, resulta que eso sí que se entiende».

Exigir

Los americanos publicaron el dato para que el contribuyente fuera exigente con sus gobernantes a la hora de saber dónde va cada dólar de sus impuestos. «La fundación que acuñó este índice no deja de ser un lobby republicano que presiona al gobierno para que no genere unos desequilibrios que al final termina pagándolos el ciudadano», explica Avellaneda, quien asegura que, ésta es la finalidad de su estudio, que seamos más exigentes con nuestra clase política. «Tenemos que exigirles que baje el índice y que mantengan amarrados los desequilibrios, que se hagan menos fotos y hagan frente a los problemas del ciudadano». Para el economista hoy en día se habla de temas que nada tienen que ver con el 20% de la tasa de desempleo que para él, es probablemente es de lo más importante.

Para centrarlo en la actualidad de la semana en las Pitiüses y relacionarlo con la visita del Ministro Chaves a las obras del Plan E, indica Avellaneda, «yo considero que quizás Chaves, en lugar de ir a visitar las obras para hacerse la foto, debería de haber ido a los institutos a explicarles a los estudiantes cómo se van a pagar todas esas obras». El economista afirma que si no se generan riquezas para pagar unas obras, lo tendrán que hacer los que vengan detrás. «Esa es la filosofía del Índice de Angustia», sentencia.

Jose Antonio Avellaneda se muestra satisfecho con los resultados de su estudio. «Yo sabía que lo que estaba haciendo era algo novedoso» y de hecho, comenta, ya hay varios profesores universitarios y economistas de reconocido prestigio en la red que se han puesto en contacto con él desde que conocieran los resultados del Índice de Angustia en la economía española.

«El pico se ha alcanzado en tan sólo dos años»

En cuanto a los valores del parámetro, «se ha visto que históricamente la economía española ha tenido un mínimo del Índice de Angustia de entre el 30 y el 40% «y esto sería el suelo y la cifra de cuando en España han ido mejor las cosas». Sin embargo en la actualidad nos encontramos en un 69,65% según el reciente estudio. El último pico alcanzado en España tuvo lugar durante la crisis de 1993, pero lo que a Jose Antonio Avellanea más le llama la atención no es tanto ese pico, «sino el tiempo que se tardó en alcanzar los valores de equilibrio desde que se abandonó». Y se refiere a que hubo cuatro años de subida hasta que se alcanzó el pico y cinco de bajada. Avellaneda resalta que «en esta ocasión, en la mitad de tiempo, es decir en dos años, hemos subido lo mismo que la otra vez en cuatro. Quizás es por eso que la gente no ha conseguido asumirlo, quizás también porque veníamos de un periodo en el que España iba bien por diferentes aspectos».

Avellaneda no considera que el Índice de Angustia vaya a seguir subiendo «porque en tal caso, el siguiente paso sería alcanzar los índices de Grecia».