Los rocieros demostraron alegría mientras emprendían el camino para celebrar el Rocío.

Con una tarde espléndida, e incluso algo sofocante, emprendieron el camino hacia el Pinar de sa Pedrera los rocieros y fieles que rinden este fin de semana tributo a la Virgen del Rocío.

El primero de los actos, la misa, se celebró en la parte trasera de la iglesia por coincidir con un enlace matrimonial. Allí, se fueron agolpando hermanos y fieles para, casi una hora después, comenzar el recorrido que les llevaría hasta el pinar de sa Pedrera, situado tras la piscina municipal de la localidad de Sant Antoni, donde durante 48 horas festejarán esta colorida tradición.

Las casetas engalanadas, un total de 18, pasearon sus adornos, siguiendo al Sin Pecado hasta llegar al colegio de las Trinitarias, donde los rocieros realizaron una ofrenda floral. De allí, prosiguieron su marcha a paso tranquilo. Muy alegres acompañaban el paso cantando al ritmo incluso de una guitarra. La Hermandad Nuestra Señora del Rocío de Sant Antoni celebra cada año el Rocío, primero aquí y luego en Huelva, que este año se celebra del 19 al 25 de mayo, coincidiendo con Pentecostés. En total son unos 425 hermanos pero son cientos de personas las que participaron ayer en esta fiesta tan especial. Doblemente destacada para Verónica Infante, una niña rociera que hoy recibirá la primera comunión en la propia romería. Es la primera vez que durante este evento se realiza una comunión. Verónica Infante y sus familiares estaban ayer muy ilusionados ante la celebración.