El Ballet Folklòric Sarrià, de Barcelona, durante su actuación; el grupo destacó por su colorido y variado vestuario. | Irene G.Ruiz

Para todas las edades y para todos los gustos. Así son las fiestas de Puig d'en Valls y así se demuestra año tras año. El día grande la localidad no defraudó a nadie, a pesar que desde primera hora de la mañana un sofocante calor acompañó a todas las actividades.
La jornada se inició con un pasacalles a las diez de la mañana a cargo de la banda de Cornetas, tambores y Majorettes de Santa Eulària, que dio paso a la misa en la que participó el Coro de la localidad vecina de Jesús. Tras la misa, el grupo de Puig d'en Valls, los Xacoters de sa Torre, ejerció de anfitrión del Ballet Folklòric Sarrià, de Barcelona. Con el imprescindible vino payés acompañado de las orelletes se dio paso al clásico desfile de carros, uno de los momentos más esperados, pero que este año vino acompañado de muchísimo calor.
Ya por la tarde, cuando el sol no apretaba tanto se realizó la exhibición de gimnasia rítmica a cargo del club Tanit en las pistas del campo de fútbol, Las exbiciones continuaron con el baile de las PGirls, de Santa Eulària; la danza oriental de Les Roses del Desert, de la escuela Budoka; y el tributo a la música de los 80 y al pop español a cargo de Iván Doménech. El castillo de fuegos artificiales cerró la intensa jornada.