Los controladores aéreos de Eivissa denunciaron ayer la situación a la que se van a enfrentar a partir del mes de junio en el aeropuerto debido a los cambios introducidos por Aena con la nueva ley del tránsito aéreo y por la forma en la que la empresa la está aplicando en los aeropuertos españoles.

La plantilla de Eivissa está formada por 22 profesionales, que pasará a ser de 18 en breve, a través de prejubilaciones a los 57 años, aunque Aena ya les ha informado que se recortarán cuatro puestos más. Esta circunstancia provocará, según denuncia el sindicato de controladores aéreos (USCA), un incremento de horas de trabajo anuales (se pasará de las 1.200 a 1.700) y una reducción del 13 por ciento de las horas de descanso que están estipuladas. Además, recalcan, que hay que tener en cuenta que para esta temporada está previsto un incremento del tráfico aéreo de entre el 10 y el 13 por ciento, que se tendrá que afrontar con menos personal que el año pasado. Los controladores, que ya han sufrido este invierno los primeros recortes, al cambiar las guardias in situ por guardias localizadas, dicen que a partir del mes de junio los turnos de noche se van a reducir a la mitad, pasando de cuatro a dos personas. «Ademas hay que tener en cuenta que el aeropuerto de Eivissa es de los que más tráfico nocturno soporta en los meses de verano», asegura un profesional. Otro de los aspectos que denuncian es el de las libranzas: la nueva ley faculta a la empresa a disponer obligatoriamente del día de descanso del trabajador si así lo requiere.

Servicio de aproximación

A estos recortes de plantilla hay que sumar el hecho de que el servicio de aproximación que hasta ahora se realizaba desde Eivissa se llevará en junio desde Palma, «una circunstancia que va a provocar la ralentización del servicio, con los consiguientes retrasos y va a poner en peligro la seguridad aérea», señalan los controladores, que lamentan que llevan años reclamando más capacidad de decisión y que después de haber realizado un curso de 70 horas para adaptarse al nuevo sistema de aproximación con el servicio de radar, «sin dar explicaciones de ningún tipo se lo han llevado a Mallorca, donde tan sólo han recibido un día de curso. Es un ejemplo de la chapuza y de lo mal que están haciendo todo el procedimiento», denuncian.

Huella sonora y aviones sobrevolando Formentera

Las principales consecuencias que va a provocar este cambio, según denuncian, son la falta de reacción ante operaciones de emergencia (aviones de extinción de incendios, evacuaciones sanitarias) y un descontrol de la huella sonora. «Parece que los vuelos que tengan que esperar turno para aterrizar estarán sobrevolando en círculo Formentera, con todo el problema que ello supone», comentan. Lamentan también que con la nueva ley, los controladores ya no deciden y no tienen capacidad para modificar determinadas operaciones, que pasarán a ser gestionadas por personas de Aena.