La visita de los inspectores del Centro de Patrimonio Mundial, Icomos e IUCN, el pasado mes de noviembre.

El Comité de Patrimonio Mundial decidirá entre el 25 de julio y el 6 de agosto si la declaración Eivissa biodiversidad y cultura, se incluye en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro a causa del proyecto de ampliación del puerto en es Botafoc.

La decisión se adoptará durante el 34º Comité, que este año se celebrará en Brasilia, en el Centro de Convenciones del hotel Royal Tulip Alvorada, y que estará formado por 21 países, entre los que no se cuenta España. Durante el encuentro, el Comité decidirá si nuevos bienes culturales o naturales merecen ser declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y hará un seguimiento del estado de conservación de los 31 bienes inscritos en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro para determinar cuales permanecen o deben ser removidos. También examinará los lugares en situación de riesgo por diversas causas que pueden mermar su valor universal, sección en la que será tratada la declaración mixta de Eivissa Patrimonio de la Humanidad, que distingue a Dalt Vila, las praderas de posidonia, Puig des Molins y la necrópolis fenicia de sa Caleta.

Vila aún no sabe si asistirá

La institución más perjudicada en caso de que se incluya a Eivissa en la lista de patrimonio en peligro, el Ayuntamiento de Eivissa, aún desconoce si asistirá a la cita. Según informaron desde el Consistorio, se ha consultado al Ministerio de Cultura si es necesaria la presencia de una delegación municipal, pero aún no se ha obtenido respuesta. En todo caso, la representación de España podrá acudir sólo como oyente o, como máximo, tener voz para dar alguna opinión en caso de ser consultada. Esto ocurre porque los 21 países encargados de adoptar una decisión rotan cada seis años y España formó parte del Comité hasta la última convención celebrada el año pasado en Sevilla.

El dictamen del Comité se basará en los informes sobre el proyecto del puerto y su posible afección a los bienes que elaboraron durante su visita a la isla los asesores de la Unesco pertenecientes al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Cabe recordar que un primer borrador de estos informes asegura que, si bien en principio los bienes no están amenazados, se debe reconsiderar la dimensión del puerto para evitar impactos negativos sobre los aspectos naturales de la declaración como es la posidonia. También se tendrá en cuenta el informe de Icomos España que, mucho más tajante, pide que se desista «de la ampliación del puerto» en es Botafoc, además de las alegaciones de Autoritat Portuària de Balears, promotora de la obra.

Neus Prats: «Si no fuera así sería un escándalo»

Desde el GEN-GOB, agrupación denunciante, esperan «que se mantenga el criterio de que el proyecto, tal y como está planteado, pone en peligro los bienes declarados». «Si no fuera así sería un escándalo porque el proyecto no ha cambiado nada», apuntó la portavoz, Neus Prats, que indicó que el Ministerio de Cultura «es consciente de que existe la posibilidad real de que se incluya a Eivissa en la lista de patrimonio en peligro pero no ha hecho nada al respecto». «Se ha limitado a mover los informes de Autoritat Portuària», aseguró Prats, que destacó que «Unesco sabe que el Estado español ha pasado de todo», en referencia al inicio de las obras portuarias antes del dictamen.

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