El mercadillo se convierte en una atracción visual para los caminantes de esta conocida calle de Sant Antoni.

Un año más, el mercadillo del Carrer Ample de Sant Antoni expone sus puestecillos para satisfacer la voluntad de los consumidores. La docena de puestos que se extienden a lo largo de la calle abrió hace unas semanas para ofrecer a los turistas sus productos exclusivos durante los tres meses de verano.

Posibles clientes asoman la cabeza, algunos buscando objetos para el recuerdo y otros algún objeto para regalo.

Danilo, comerciante de un puestecillo de esta calle, explicaba como se vivió la apertura este año: «Se vé mucho turismo, pero otra cosa es que quieran invertir dinero. La gente se gasta el dinero en el viaje, pero luego no compra demasiado».

A pesar de eso, reconoce que no se queja: «Los que vendemos todo el año no podemos quejarnos. Sobrevivimos. La cuestión no es que aquí estamos en crisis, sino que todo el mundo está en crisis. No podemos pedir más».

Según él, los mejores clientes son sin duda los españoles: «Se gastan mucho más dinero que el resto de turismo. Buscan el regalo bueno, y no el souvenir».

Otra de las comerciantes de esta calle, Lucía, comenta los productos favoritos entre el público: «A los españoles les gusta mucho el cuero y la plata, mientras que los ingleses miran más la bisutería, las gafas de sol, las trenzas para el pelo...».

Poco a poco, el mercadillo se va llenando. Unos miran, otros consultan con sus compañeros sobre posibles compras...

Nicole, turista inglesa, decide comprar un collar para su prima: «Nos alojamos justo aquí arriba y nos han dicho que abrían este mercadillo, así que hemos bajado un rato a ver si encontrábamos algo bonito para mi prima, que es su cumpleaños justo el día que volvemos a Brighton».

Orgullosa, enseña su compra a su marido: un collar de plata largo con piedras azul turquesa.

Los niños

Los puestos más coloridos son los preferidos entre los niños, que señalan los brillantes objetos. «A mi hija le encanta la bisutería más llamativa. ¡Eso es que me sale artista!», comentaba una mujer sonriente.

El mercadillo del carrer Ample de Sant Antoni permanecerá abierto todos los viernes de los meses de julio, agosto y septiembre.

lMarina Bonet

n año más, el mercadillo del Carrer Ample de Sant Antoni expone sus puestecillos para satisfacer la voluntad de los consumidores. La docena de puestos que se extienden a lo largo de la calle abrió hace unas semanas para ofrecer a los turistas sus productos exclusivos durante los tres meses de verano.

Posibles clientes asoman la cabeza, algunos buscando objetos para el recuerdo y otros algún objeto para regalo.

Danilo, comerciante de un puestecillo de esta calle, explicaba como se vivió la apertura este año: «Se vé mucho turismo, pero otra cosa es que quieran invertir dinero. La gente se gasta el dinero en el viaje, pero luego no compra demasiado».

A pesar de eso, reconoce que no se queja: «Los que vendemos todo el año no podemos quejarnos. Sobrevivimos. La cuestión no es que aquí estamos en crisis, sino que todo el mundo está en crisis. No podemos pedir más».

Según él, los mejores clientes son sin duda los españoles: «Se gastan mucho más dinero que el resto de turismo. Buscan el regalo bueno, y no el souvenir».

Otra de las comerciantes de esta calle, Lucía, comenta los productos favoritos entre el público: «A los españoles les gusta mucho el cuero y la plata, mientras que los ingleses miran más la bisutería, las gafas de sol, las trenzas para el pelo...».

Poco a poco, el mercadillo se va llenando. Unos miran, otros consultan con sus compañeros sobre posibles compras...

Nicole, turista inglesa, decide comprar un collar para su prima: «Nos alojamos justo aquí arriba y nos han dicho que abrían este mercadillo, así que hemos bajado un rato a ver si encontrábamos algo bonito para mi prima, que es su cumpleaños justo el día que volvemos a Brighton».

Orgullosa, enseña su compra a su marido: un collar de plata largo con piedras azul turquesa.

Los niños

Los puestos más coloridos son los preferidos entre los niños, que señalan los brillantes objetos. «A mi hija le encanta la bisutería más llamativa. ¡Eso es que me sale artista!», comentaba una mujer sonriente.

El mercadillo del carrer Ample de Sant Antoni permanecerá abierto todos los viernes de los meses de julio, agosto y septiembre.