La directora general de la Unesco, la búlgara Irina Bokova, durante el Comité de Patrimonio Mundial. | FERNANDO BIZERRA JR

Unesco considera que tres obras de infraestructuras que se llevan a cabo en España no ponen de momento en peligro bienes como la Catedral, el Archivo de Indias y los Reales Alcázares de Sevilla; el templo de la Sagrada Familia de Barcelona y la riqueza natural e histórica de Eivissa.

Según dijeron a Efe fuentes del organismo, el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que celebra en Brasilia su XXXIV Sesión, seguirá «observando el desarrollo de las obras» en todos esos casos y estará «vigilante», pero no ve nada que justifique incluirlos en la lista de bienes en peligro.

En todos los casos fueron presentados informes de ingenieros y otros expertos que justifican la posición de que las distintas obras no suponen «ninguna amenaza ni descaracterización de esos lugares», explicó la fuente.

Según informó ayer la agencia de noticias, desde la organización internacional se considera que la ampliación del puerto de Eivissa no compromete la acrópolis de Dalt Vila, las praderas de posidonea oceánica, la necrópolis fenicia de Sa Caleta y otros vestigios de los primeros asentamientos en las islas Baleares.

Defensa de Vila

Respecto a la sesión en que se debatió la cuestión, el Ministerio de Cultura tuvo la «oportunidad» de trasladar el «mensaje» del Ayuntamiento de Eivissa y de Autoritat Portuària sobre la obra del puerto a los representantes del Comité de Patrimonio. Un mensaje «muy preparado» para dos minutos de intervención solicitados por el Ministerio.

La encargada de explicar el caso fue la directora general de Bellas Artes, Àngeles Albert, quien aseguró al Comité que el proyecto portuario nace del «consenso» entre las instituciones, tiene «muchos años de estudio y modificaciones» y «atiende a las recomendaciones» que hicieron los asesores de la Unesco, Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos) y UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) tras su visita a la isla.

Éste es el relato que hizo ayer la alcaldesa Lurdes Costa desde Brasilia, sobre el transcurso de la evaluación del Comité sobre el proyecto de ampliación del puerto de Eivissa y sus posibles afecciones sobre los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Costa aseguró que tener «la oportunidad de comentarlo y explicarlo fue lo más positivo» y destacó que durante todo el debate «no hubo ninguna intervención crítica» sobre Eivissa, a diferencia «de otros sitios» que fueron analizados por el Comité. Por el contrario, la alcaldesa aseguró que las intervenciones «fueron receptivas al mensaje» del Ministerio. «Hasta que no veamos el acta y cómo queda reflejado el acuerdo no lo vamos a saber, pero pensamos que ha ido muy bien. La verdad que nos fuimos a festejarlo», destacó.

Según la alcaldesa, lo que más preocupaba al Comité era si se estaban siguiendo las recomendaciones de sus asesores. Por ello, indicó que en su breve exposición, Àngeles Albert «planteó que atendieron las recomendaciones» tanto en lo que se refiere «a la ampliación de los estudios arqueológicos» como al «seguimiento del dragado y el vertido».

Tras esta evaluación, Eivissa deberá esperar la resolución del Comité que se aprobará el próximo día 3 de agosto. Una conclusión que inició su análisis en un primer borrador que «lamentaba profundamente» que se hubieran iniciado las obras sin que se hubiera pronunciado el Comité y que insta al Estado a presentar en febrero de 2011 «un informe detallado sobre el estado de conservación de la propiedad y el estado del proyecto del saneamiento del puerto» con la inclusión de las recomendaciones de los asesores de la Unesco.

Según relató la alcaldesa, el debate sólo duró unos 20 minutos y fue inaugurado por una exposición del caso a cargo de la representante del Centro de Patrimonio Mundial y por intervenciones de miembros de Icomos y UICN.

Icomos, no tan duro

Costa explicó que el representante de Icomos Internacional «no fue negativo» en su exposición, después de que un informe de Icomos España, asegurara que el proyecto tendrá potentes afecciones en el paisaje cultural. «Hizo una exposición de la situación, habló que se habían iniciado las obras y de que se estaban haciendo las excavaciones arqueológicas, no mucho más», indicó.

La explicación ante el Comité, una buena señal ante la resolución final

Costa entiende que este borrador «se modificará» y basa su apreciación en que durante toda la jornada, en la que pasaron diversos casos de bienes patrimoniales españoles, sólo Barcelona (por la construcción del AVE junto a la sagrada familia) y Sevilla (por la edificación de un rascacielos) tuvieron la posibilidad, al igual que Eivissa, de explicarse ante los miembros del Comité. «Otros sitios no tuvieron la oportunidad con lo cuál la resolución quedará como estaba fijada en el borrador. Nosotros pensamos que puede haber algún cambio en el nuestro», destacó.