Apenas un centenar de bañistas acudieron ayer a Benirràs, donde una patrulla de la Guardia Civil vigiló el acceso. | ESTEVE FRANQUESA

El Govern balear, a través de la Direcció General d'Emergències (DGE) de la Conselleria d'Interior, envió ayer a la Dirección Insular, al Ayuntamiento de Sant Joan y a la prensa, al parecer a todos a un tiempo, un mensaje en el que «aconseja a las autoridades competentes que se evite el acceso a Benirràs mientras el incendio siga activo para evitar riesgos».

Sin embargo, desde el mismo lunes, un día después de que se declararse el incendio, y a lo largo de toda la semana hasta el sábado, el acceso ha sido libre. Desde la DGE explicaron que se ha tomado la decisión de «aconsejar» el cierre de la playa ante las aglomeraciones del fin de semana.

«Es importante evitar las afluencias masivas para evitar posibles peligros hasta que el incendio esté extinguido, porque es fin de semana. Como están allí todavía los operativos haciendo trabajos no conviene que haya aglomeraciones que interfiera el acceso de vehículos a la zona. Es por un tema de seguridad», dijeron desde Emergències. «Nadie ha dado una orden», añadieron, «sino que es una recomendación. A partir de ahí, si las autoridades competentes ordenan alguna cosa, es cosa de ellos. Siempre trabajamos con prudencia y recomendaciones, si hay una emergencia grave y tenemos que prohibir alguna cosa, lo hacemos».

Mensaje de rutina

Para la DGE, es un mensaje de rutina, como los que se emiten cuando se recomienda a la población «prudencia por el calor».

Ya antes de conocer el «consejo» -enviado también a los medios de comunicación-, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí Carraca, ayer por la tarde, justo antes de oficiar una boda, anunció que los tres policías locales del municipio se encargarían hoy de impedir el paso y que pediría a la Dirección Insular que enviara a la Guardia Civil para ayudar en la tarea. Por su parte, la directora insular, Sofía Hernanz, permaneció toda la tarde en su despacho esperando la decisión del alcalde con el fin de auxiliarle.

Anoche se reunió con un grupo de asesores para decidir la hora del cierre, que se escogerá según avancen las posibles agolmeraciones.

Ayer, a pesar de que el acceso a la playa era libre y se celebraba el Día Mundial de los Tambores por la Paz, en Benirràs había apenas 40 o 50 personas.

A lo largo de la semana pasada, algunos turistas se acercaron por el lugar para tomar fotos del bosque quemado y de la hilera de coches calcinados en el punto en el que se cree que comenzó el incendio. Por otra parte, por el momento no se han aportado nuevos datos acerca del origen del fuego. Sigue barajándose la hipótesis de que comenzara por una negligencia en los alrededores de una cueva en la que viven unos hippies. Al parecer, también en las inmediaciones de esta cueva y de la hilera de coches quemados, había varias personas acampadas e incluso, según algunas fuentes, caravanas con las ruedas calzadas.