Antich durante su comparecencia de ayer en el Parlament. | JAUME MEDINAS

El president Antich volvió a retar ayer al Partido Popular a que le presente una moción de censura durante la segunda jornada del debate de la Comunitat, en la que Antoni Pastor le plantó cara en su estreno como portavoz.
Antich y el PSIB venían con una estrategia más o menos preconcebida, la de presentar al PP como el partido de los catastrofistas que están empeñados en el 'no' sin alternativas, pero el portavoz de los populares se creció en la contrarréplica.
Hasta ayer, lo normal en este debate era que el president respondiera en bloque al Grupo Mixto, al Bloc y el PSIB para centrarse luego en los populares. Ayer, previsiblemente con la idea de minimizar el protagonismo de Pastor (a quien desde el PSIB se le llamaba «líder provisional»), Antich optó por responder a todos los partidos a la vez, tanto a los que le apoyaban como a los que no. A la larga, eso sirvió también para desactivar el tono crítico, en algunas cuestiones, que exhibió Biel Barceló (Bloc) y para lanzar alguna andanada a Josep Melià, de UM. Por ejemplo, le dijo que no entendía cómo le pedía firmeza cuando su partido había vivido en sus carnes que podía ser firme.
Accidentado inicio
Antes del accidentado inicio de la intervención de Pastor (no tenía el discurso, que le trajeron tras solicitar unos minutos de receso), el portavoz socialista, Antoni Diéguez, había caldeado el ambiente con ironías sobre la provisionalidad del portavoz popular y alusiones a la anterior gestión del PP.
Pastor arrancó nervioso su intervención y no pudo leer todo el texto. El portavoz del grupo popular, Antoni Pastor, acusó a Antich de no ser de fiar, de manipular las cifras para defender que Balears sale de la crisis, y de presidir un Govern sectario. Pese a todo, Pastor ofreció un pacto a Antich hasta final de legislatura para aprobar varias leyes y propuso un acuerdo para los presupuestos a condición de que no aumenten los impuestos.
Pastor utilizó un tono muy crítico con Antich. «Usted preside un gobierno sectario de pensamiento único que da la espalda a los problemas de los ciudadanos y que ha intentado destruir al adversario político», dijo en alusión a los casos de corrupción que se están investigando de la pasada legislatura.
El president salió confiado e ironizó sobre los datos de la situación económica y sobre los incumplimientos que había hecho el Govern. Todo cambió en la contrarréplica. President y portavoz se enzarzaron en disputas sobre la gestión del anterior Govern y la falta de alternativas de los populares. Pastor le pidió que presentará una cuestión de confianza y Antich le conminó a presentar una moción de censura. No habrá ni una ni otra.
La lengua
Pastor, en su primera intervención, obvió cualquier referencia a la lengua y a la unidad del catalán, que es una de las banderas del presidente del partido, José Ramón Bauzá, que seguía el pleno desde la tribuna del público.
Aprovechando una réplica a Melià, Antich formuló una pregunta retórica en el sentido de que a él le gustaría saber qué pensaba el PP. Fue cuando Pastor le dijo que su modelo era lo que pasaba en el Parlament, donde el socialista Diéguez habla en castellano y él en catalán y todos se entienden.