Margalida Roig mostrando uno de los recortes de prensa en los que aparece. | ESTER REQUENA USANO

Antes de la entrevista no duda en encender una varilla de incienso para crear un ambiente especial y más acogedor. Margalida Roig, que nació hace 63 años en can Joan de sa Caseta, en Sant Miquel, no ha estudiado música ni nadie le ha enseñado a componer. Lo hace de forma natural y atesora al menos 300 letras, aunque, lo cierto, es que no las ha contado. «Desde pequeña tenía afición por la música y me quedaba con muchas letras sólo de oírlas y me quedaba algo dentro. Pero fue cuando mis hijos bailaban y cantaban en las colles de Jesús y Santa Gertrudis cuando empecé a componer para ellos, hace unos 30 años», explica Roig, en la terraza de su casa, mientras muestra una fotografía de sus hijos vestidos de pageses. Para aquella ocasión compuso A la verge de Jesús, y este año ha sido incluida en el programa de fiestas de la localidad. «Me pidieron que hiciera algo para ellos y pensé en esta canción que es muy antigua pero muy bonita», comenta.
Con humildad y orgullo muestra las decenas de hojas mecanografiadas de sus letras. «Mis hijos me han ayudado a pasarlas al ordenador. Y éstas que están encuadernadas fue gracias a Don Pedro, el que ahora es cura de Sant Jordi», comenta Roig pasando las decenas de páginas muy rápidamente.
Afición profesional
A pesar de que asegura que es una aficionada, lo cierto es que ha dado conciertos en ciudades como Madrid, Alicante o Palma, y ha participado en xacotas pagesas por toda Eivissa. Ha grabado varios discos, uno de ellos, Camins d'Eivissa, en el año 2000. También colaboró con Michael Cretu, en el último disco de Enigma, Seven Lives Many Faces, publicado en septiembre de 2008, en el que participó en dos temas, La Puerta del Cielo y Between Generations. «El me había oído cantar y surgió esta colaboración. Las dos son composiciones mías», explica con reservas.
Sus fuentes de inspiración son sus propias experiencias. «De cualquier cosa puedo hacer una canción. De una velada, de un paseo, de un viaje o de algo del mundo rural. Al día siguiente me salía una canción ya hecha», comenta.
Su canción más especial es una que compuso para un grupo de personas que vinieron a Eivissa de Argentina, hace unos 7 años, por la Operación Retorno que impulsó el Govern. «Es especial no porque sea mejor sino porque la has compuesto por un motivo especial. Cuando esto ocurre te sientes muy bien haciéndolo», comenta emocionada.
Ahora se está trabajando en un libro en el que recopilará parte de su trabajo en la música popular ibicenca. «No me gustaría que mis canciones se perdieran y se quedaran en un baúl», añade.