El Consell de Govern aprobó ayer un decreto que obliga a los edificios nuevos con más de una planta a que instalen un ascensor para facilitar el acceso a personas con discapacidades. El decreto, que fue presentado por el conseller d'Habitatge, Jaume Carbonero, intenta impulsar la adaptación de los espacios públicos para romper con las barreras arquitectónicas.
La Ley de Barreras Arquitectónicas fue aprobada por el Parlament en 1993 y marcaba un margen de ocho años a la Administración para hacer las reformas necesarias para que a los edificios públicos pudiesen acceder las personas con discapacidades. Han pasado 17 años y todavía existen edificios públicos que no están adaptados para las personas con discapacitados.
Edificios
El nuevo decreto equipara las condiciones de accesibilidad de los edificios plurifamiliares del mercado libre con los de protección oficial.
A partir de ahora, los edificios que se construyan deberán contar con una vivienda adaptada, y la correspondiente plaza de garaje, cuando tengan entre 33 y 66 viviendas, dos si tienen entre 67 y 100, y tres entre 101 y 200.
Asimismo, el decreto señala que será obligatoria una unidad adaptada para discapacitados para hoteles que tengan entre entre 5 y 50 habitaciones. A partir de 50 habitaciones, el número de unidades adaptadas para discapacitados deberá ser mayor.
El conseller Jaume Carbonero entiende que esta regulación es «un paso adelante muy importante para garantizar el derecho de las personas con movilidad reducida». El decreto entrará en vigor en un mes.