Las banderas medievales de la gimcana que tuvo lugar este fin de semana en la localidad ponían el toque de creatividad y color en Santa Gertrudis, que ayer celebró su día grande con la tradicional misa, seguida de procesión, una demostración de baile tradicional y una degustación de platos preparada por los alumnos del curso de auxiliar de cocina de la Escuela de Formación del Ayuntamiento de Santa Eulària.

El obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, ofició la homilía solemne en una iglesia llena de fieles. Quienes optaron por esperar el final del acto religioso pudieron disfrutar de una mañana soleada, pero con mucho viento, paseando por la plaza del pueblo y así descubrir los puestos del mercado de productos locales que montó la asociación Aaple. Jabones naturales, muñecas hippies, sombreros y hasta incluso una degustación de café caleta fue lo que encontraron los transeúntes. Apneef montó también su puesto de calendarios benéficos de los que ya se han vendido una tercera parte, por lo que han llegado a los 6.000 euros recaudados.

Más tarde llegó el momento de la procesión, a la que siguió el ball pagès que contó con balladors y balladores de excepción, como el cura del pueblo, Toni Torres Marí, o la tercera teniente de alcalde de Cultura, Ana Costa Guasch, que se desenvolvieron muy bien con los movimientos a pesar de no llevar la vestimenta tradicional que se requiere en el ball. Por la noche, la fiesta continuó con las actuaciones de Can Raia Rock Band y Projecte Mut.