El humorista y actor Dani Mateo, el viernes, durante su actuación en la carpa de Santa Gertrudis. | María José Real

En tiempos de espera, la imaginación es poder. Y quienes se dieron cita el viernes en la carpa de Santa Gertrudis para ver el espectáculo del cómico y actor Dani Mateo lo sabían. Por eso, en la cámara que había instalada para poder seguir la actuación por pantalla, empezaron a hacer formas con las manos, pasar vídeos de móvil de series de televisión animadas e incluso mensajes negativos, pero con cierto toque de humor que anunciaban que el humorista finalmente no aparecería. Todo ello con la intención de amenizar las dos horas de retraso del inicio de la actuación. Mientras tanto, el presidente de la comisión de fiestas de Santa Gertrudis. Miguel Àngel Serra, subía al escenario para anunciar la previsión de llegada del vuelo del cómico y se afanaba en contestar los mensajes de texto de técnicos de sonido, otros miembros de la comisión y periodistas que le pedían por favor saber a qué hora llegaría Mateo y, sobre todo, si finalmente aparecería. Y apareció. Con cara de cansancio, pero apareció en el escenario de la carpa para iniciar su actuación con el retraso de avión que acababa de vivir y anunciar al público que estaban ante el inicio de un monólogo: «Os voy a dar dos consejos. El primero es que tenéis que disfrutar porque los monólogos tienen que hacer gracia. Así que todo lo que parezca un chiste, lo es. El segundo consejo que os doy es que riáis para fuera porque hay gente que no sabe reír, que se ríe mal y te jode a ti».

A continuación, cuál mesías, pasó a analizar las señales que anunciaban el fin del mundo. «La gente dice 'el mundo se va a acabar en 2012, lo dijeron los mayas. ¿Los mayas?, ¿qué clase de argumento es ese cuando esos tíos no supieron ni ver su propia extinción? Yo os digo que se está acabando ya porque desde hace tiempo estamos recibiendo señales. La primera es Belén Esteban. La princesa del pueblo; sé que es un tema polémico porque una vez me puse a hablar de ella en un monólogo y, de repente, me salió un punto rojo entre ceja y ceja», explicó. La segunda gran señal, según Mateo, es Falete: «Y si no que le pregunten a su ex novio». En ese momento, el aire de El Esmirriao se apoderó del humorista, que se arrancó con la imitación de este personaje bajo las carcajadas de su público.

Durante su actuación también hubo cabida para los comentarios sobre el auge de las redes sociales, concretamente, de Facebook: «Hay quien dice que sirve para conocer gente, pero si es eso lo que quieres no cuelgas una foto desde arriba que se te vea el escote y, en el caso de ellos, las que se hacen con el espejo». Tras algo más de una hora, Dani Mateo se despidió de su público ibicenco para más tarde pasar a firmar autógrafos para sus seguidores.