Desde la Agència Balear de l'Aigua (Abaqua), dependiente del Govern balear, están intentando que se introduzcan varias mejoras en la desaladora de Santa Eulària, ahora en construcción, sin que ello encarezca el precio final del agua que paga el consumidor.

Según explicó el gerente de Abaqua, Mariano Morell, la intención es que la empresa concesionaria de las obras y de la explotación de la desaladora durante 15 años asuma «la mejora del abastecimiento de Santa Eulària y la incorporación del agua al sistema general». «Se está analizando si esto se puede incluir dentro de la concesión, siempre que esto no suponga una repercusión exagerada sobre la tarifa del agua», aclaró el responsable del organismo público, que explicó que al tener un sistema interconectado entre desaladoras no se puede tener una producción de precios diferentes, porque «esa interconexión nunca se haría».

Mantener el precio

Morell indicó que la actuación es compleja, porque el que ejecuta las obras es el Ministerio de Medio Ambiente. «Nosotros actuamos a través de ellos pero estamos intentando que el precio del agua sea asumible y no tenga repercusiones sobre el ususario final, sería muy poco justificable que para añadir un poco más todos salieran perjudicados», añadió el gerente, que aseguró que quieren mantener el precio.

Respecto a las obras de la desaladora, indicó que después del parón veraniego para evitar afectar a la zona más costera y turística en temporada alta, los trabajos se han reanudado. «Está previsto que esté acabada en el mes de junio del año que viene, pensamos que se cumplirá», añadió Morell.

El presupuesto asciende a más de 22 millones de euros. La desaladora porá abastecer a la población con 15.000 metros cúbicos de agua desalinizada al día.