Ramon Socias, bajo la atenta mirada del resto de autoridades, se dispone a poner en marcha la llave que supone el inicio de la llegada del gas natural a Eivissa, en la estación reguladora de Sant Antoni | Marco Torres

b. r.

La consellera balear de Comerç, Indústria i Energia, Francesca Vives, y el delegado del Estado en Balears, Ramon Socias, fueron los responsables de dar el pistoletazo de salida a la llegada del gas natural a Eivissa con la inauguración de la estación reguladora de Sant Antoni, lugar donde la parte del gasoducto terrestre inicia su recorrido hasta llegar a la central de Eivissa.

El acto, en el que también estuvieron presente el presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, y el presidente de Endesa en Balears, Feliciano Fuster, supone «el cambio energético más grande que hemos experimentado porque se trata de una infraestructura que cambia totalmente el panorama energético», señaló la consellera Vives. Y es que, tal y como explicó, se trata de «una energía mucho más limpia y más eficiente, lo que significa menos emisiones a la atmósfera y menos dinero».

Pero para que la nueva energía llegue a los hogares ibicencos aún hay que esperar. A pesar de que la consellera balear no quiso poner fechas, apuntó que actualmente el objetivo es «alimentar» a la central de Eivissa. «Y estamos trabajando ya en ello y después, a través de las distintas distribuciones, se llegará a los diferentes núcleos urbanos», puntualizó Francesca Vives.

Así, según Endesa, los trabajos de conversión de la central para que empiece a funcionar con gas natural ya han empezado y «se prevé que dentro del primer semestre de 2011 empiece a producir electricidad con gas natural». Una vez superado este punto se iniciará la distribución en cada una de las zonas de la Isla. La consellera indicó que ya se ha empezado a trabajar con el Ayuntamiento de Eivissa con el fin de adjudicar las obras correspondientes y poner en marcha la distribución. Vila, por tanto, será uno de los primeros municipios que se beneficie de la llegada del gas natural: «Esto se tiene que hacer municipio por municipio, de forma paulatina. Lo principal ya lo tenemos aquí, ahora tenemos que seguir trabajando para escampar el gas como una mancha de aceite por todo el territorio, a medida que se vayan dando las concesiones por pueblos», explicó la consellera de Comerç, Indústria i Energia.

Francesca Vives resaltó la evolución de las obras del tramo terrestre, «ya que no se ha hablado de ellas en toda su ejecución y era de lo que se trataba y, más aún, en un lugar como Eivissa, tan sensibilizado después de las autopistas de la pasada legislatura». Vives instó a seguir trabajando para que en el menor tiempo posible «toda Eivissa esté gasificada y utilicemos de una manera muy intensa la oportunidad que nos da el gas».

El presidente del Consell d'Eivissa, por su parte, resaltó que se trata de una de las obras más importantes que se han hecho «para que podamos funcionar de forma más correcta, con una energía más limpia».

Un recorrido de 17,7 km de tubería con la colaboración de más de 20 empresas y 200 trabajadores

El gasoducto submarino une la Península con Eivissa y entra en el archipiélago por Cala Gració. De ahí, discurre hasta llegar a las proximidades de la central eléctrica de Eivissa para luego unir la pitiusa mayor con Mallorca.

Se trata de una obra, en el tramo terrestre, de 17,7 km de tubería de 10 pulgadas, para la que se ha utilizado más de 856 toneladas de acero. Asimismo, vehiculará un caudal de más de 520.000 metros cúbicos por hora, según Endesa.

En su conjunto, estas obras, en las que han participado más de un veintena de empresas y han ocupado a 200 trabajadores, han tenido un coste de 15,2 millones de euros. El gasoducto submarino, cuya construcción empezó a construirse a finales de 2009 y que une la Península con Eivissa y ésta con Mallorca, ha tenido un presupuesto de 550 millones de euros.

¿Cúales son las ventajas del gas natural?

Las ventajas del gas natural son muy visibles en el uso doméstico, industrial y turístico, ya que es una de las energías más limpias y eficientes para utilizarla en sistemas de agua caliente, calefacción o en cocinas. Y es que se reducen la inversiones y los costes de explotación frente a otros sistemas por un mantenimiento escaso y una vida útil prolongada.