El empresario y ex ministro ibicenco Abel Matutes es actualmente el presidente de la Mesa del Turismo, órgano integrado por empresarios turísticos y cuya actividad básica se centra en la promoción del sector turístico, y como tal fue consultado durante este pasado fin de semana por el Gobierno para conocer su opinión acerca de las medidas que el Ejecutivo estudiaba establecer para frenar el caos aeroportuario generado por el abandono de los controladores de sus puestos de trabajo.
En una corta entrevista en el rotativo ABC, Abel Matutes considera «justificada» la declaración del estado de alarma en los aeropuertos del país. «Este es un conflicto que viene de largo, que ya hemos padecido todos durante mucho tiempo, y había que cortar por lo sano con este tipo de actuaciones». Para el empresario, la actitud más responsable es la de «apoyar la decisión del Gobierno» en este aspecto.
Pero el ex ministro también es sumamente crítico en sus respuestas al periódico madrileño acerca de la imagen que ha dejado el cierre del espacio aéreo español. Así, España ha aparecido ante el resto del planeta como un país «casi del Tercer Mundo».
Como presidente de la Mesa del Turismo, Matutes vela por los intereses y la promoción de los valores de esta industria fundamental para la economía española y opina que el caos aéreo «mermará la credibilidad de España». «Durante años hemos hecho muchos sacrificios y esfuerzos por modernizar nuestro país y nuestras infraestructuras, los servicios y los comportamientos, para lograr ese activo inmaterial que permite que un país tenga o no prestigio», añade el empresario. Respecto a estas situaciones, asegura que «hay que cortar por lo sano, porque son tiempos de dificultad para la economía de España, para el crédito de España, no sólo el de imagen inmaterial, sino el crédito material».

«Se ha vulnerado la legalidad de un modo ordinario y basto»
Abel Matutes explica en las páginas de 'ABC' que «cualesquiera que sean las razones que los controladores puedan argumentar, su comportamiento es del todo punto inadmisible. Se ha vulnerado la legalidad de un modo ordinario y basto. Se han tomado como rehenes a millones de ciudadanos ajenos al conflicto y se ha atentado contra el interés general». Para Matutes, se ha causado un «gravísimo perjuicio económico que ya se valorará, pero que es importante».