Los primeros días tras la entrada en vigor de la ley antitabaco están transcurriendo, a grandes rasgos, sin malos humos en las Pitiüses. Los hosteleros, por su parte, han mostrado su profundo malestar por una normativa que, están convencidos, va a mermar sus ventas en al menos el 20%, además de ponerles en situaciones que no tienen nada claro como deben de resolver dada la ambigüedad que, aseguran, posee el nuevo texto. Asociaciones de consumidores como Facua-Consumidores en Acción ha recibido ya un total de 15 denuncias a través de la web 'Facua.org/leydeltabaco' por incumplimientos de la ley del tabaco por parte de establecimientos y organismos públicos en Balears, a falta de conocer el desglose de las denuncias que se realizaron en Eivissa y Formentera.
Facua ya ha solicitado una reunión a la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, con el objeto de darle a conocer su campaña y trasladarle sus reivindicaciones para propiciar una mayor información a los ciudadanos sobre la ley del tabaco y más controles por parte de las administraciones autonómicas.
La organización lamentó «la campaña contra el control del cumplimiento de la ley basada en la tergiversación de la realidad que ha sido orquestada por determinados grupos empresariales y colectivos, algunos financiados por la industria del tabaco, y ciertos medios de comunicación».
En Eivissa, como en el resto de España, las opiniones sobre esta nueva normativa se encuentran muy divididas. Algunos ciudadanos, como Mari Carmen Jurado, sienten que esta ley ampara sus derechos como ciudadana ya que ha estado enferma y asegura que los humos del tabaco le perjudican notablemente.
Bien distinta es la consideración de Manuel Insulza quien dice que, «se trata de una ley exagerada y desproporcionada que le parece horrible».
Una opinión en la que coinciden varias de las personas encuestadas es en que «si el Gobierno realmente quisiera que la gente dejara de fumar no prohibiría su consumo en los lugares públicos, sino que prohibiría directamente su venta».