IBIZA MARIA LUISA CAVA DE LLANO

Adjunta al Defensor del Pueblo desde 2000, el 1 de julio del pasado año accedió al cargo en funciones tras el cese obligado por ley de Enrique Múgica. María Luisa Cava de Llano (Barcelona, 1948), política del PP afincada en Eivissa que ocupó puestos importantes en el Govern balear, goza en la actualidad de todas las competencias del comisionado por las Cortes para la defensa de los derechos fundamentales de los españoles. Sus primeras actuaciones: acercar la Institución a los niños, mejorar la accesibilidad a través de Internet y trabajar en la defensa de los derechos de los menores inmigrantes no acompañados y contra la trata de mujeres. Ahora no se plantea ni por asomo regresar a la primera línea de la política insular.

-¿Cuáles fueron las primeras medidas que adoptó al acceder al cargo el 1 de julio?
-Convoqué al personal para comunicarle que el hecho de estar en funciones no supondría ningún paréntesis en el trabajo de la institución sino todo lo contrario. Les comenté que iba a dejar la casa en perfectas condiciones, llevaría a cabo una pequeña remodelación de las áreas, y trataría unos temas que para mí son importantes como la coordinación entre las distintas consejerías de Asuntos Sociales de España, en lo que se refiere a los menores inmigrantes no acompañados y la determinacion de su edad.

-En estos seis meses al frente de la Institución, ¿en qué ha centrado su trabajo?
-Me preocupa mucho la trata de mujeres. En España no sabemos casi nada de las niñas inmigrantes que llegan y desconocemos dónde acaban. Estamos elaborando un informe al respecto que podríamos presentar antes de finalizar 2011. Otro asunto es un monográfico sobre la aplicación de las condenas alternativas a la privación de libertad. Tenemos un elenco de penas muy importante que debe ser aprovechado con tres fines: enviar a la cárcel solo a las personas que por la gravedad de las condenas deben estar en prisión; descongestionar los centros penitenciarios, que sufren un hacinamiento importante; y que las penas sirvan para producir un beneficio para la sociedad y no un gasto.

-Existiendo el Defensor del Pueblo de España, ¿son necesarios trece defensores del pueblo autonómicos?
-Lo que abunda no daña. La defensa de los derechos fundamentales es importante. Antes ahorraría en otros temas porque está claro que hay que adelgazar la administración pública. Apoyo los actuales estudios de entidades financieras que concluyen que debemos decidir entre Estado de Bienestar o Estado de Autonomías. Yo soy partidaria del primero. Hemos reproducido el Estado en 17 comunidades más dos ciudades autónomas, lo que es una barbaridad. No hay sistema que lo soporte. No es cuestión de ideología sino simplemente de economía. Esto es inviable.

-Balears una de las cuatro regiones que carecen de defensor del pueblo autonómico.
-Curiosamente, no existe en Baleares. El número de quejas en Baleares (algo más del dos por ciento del total nacional), no sé si requiere tenerlo o no. Es muy llamativo porque yo fui vicepresidenta del Parlament balear y fui ponente de la ley del Síndic de Greuges de Baleares. Al año recibo entre 350 y 400 quejas de las Islas. Con ello no quiero decir que no deba existir un defensor del pueblo en el archipiélago.

-¿Se quejan poco los isleños?
-A lo mejor es que están bien (risas). Es difícil de determinarlo. Yo creo que la ratio de quejas es parecida al número de habitantes.

-En general, ¿qué preocupa a los baleares?
-Lo mismo que al resto de ciudadanos. Con la crisis, les preocupa que les cobren un euro de más por cualquier concepto como el agua y la luz. Nos hemos dirigido al Gobierno para que se regule la insolvencia personal y familiar, no a travás de la Ley Concursal, sino de otra forma. La deuda fundamental de la familia es la hipoteca y este crédito sigue un procedimiento jurídico que no se paraliza. Habrá que idear un proceso diferente porque cada vez hay más parados y el número de impagos es cada vez mayor. Los problemas económicos crecen y hay que ver cómo se solucionan.

-Después del Ejército y la Monarquía, el Defensor del Pueblo es la Institución más valorada por los españoles. ¿De dónde procede tanto prestigio?
-Es una institución amable y muy querida por los ciudadanos. La gente no tiene que venir acompañada de abogados ni procuradores. No exigimos ningún tipo de formalidad. Admitimos quejas por teléfono, presencia física, correo electrónico o Internet. Nuestra finalidad es ayudar al ciudadano; el cómo no importa. Es una Institución buena, bonita y barata, porque no cuesta un céntimo al ciudadano, y está abierta las 24 horas de los 365 días del año.

-Ayuntamientos, Ministerios y Comunidades Autónomas acatan el 80 por ciento de lo que sugiere el Defensor del Pueblo. ¿Por qué tiene tanta influencia entre las administraciones?
-No somos ningunos locos sectarios. No somos una Institución que intenta tirar piedras a los gobiernos. Intervenimos después de sopesar mucho las actuaciones públicas con la finalidad de ayudar al ciudadano. Muchas veces hacemos recapacitar a la administraciones de sus actos.

-¿Se ha planteado regresar a la política insular como candidata al Consell o a la alcaldía de Eivissa?
-Estoy muy bien donde estoy. He sido teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, vicepresidenta primera del Consell Insular y del Parlament, consellera, y diputada autonómica y nacional. Aterricé en esta institución y me he enamorado del Defensor del Pueblo. De momento estoy aquí muy feliz, contenta, trabajando mucho y con muchas ganas de continuar.

-¿Desde sectores del PP ibicenco le han planteado la posibilidad de volverse a presentar en las elecciones de mayo?
-Estoy muy feliz aquí donde estoy ahora.

-Ahora mismo hay una crisis interna por la pugna entre dos candidatos al Consell, Enrique Fajarnés y Vicent Serra. ¿A que candidato prefiere?
-En estos momentos, por mi situacion de Defensora del Pueblo, no podría votar. Estoy dada de baja de militancia por imperativo legal; así me lo ha exigido la ley. Antes de tomar posesion del Defensor del Pueblo tuve que suspender mi militancia y, por lo tanto, no tengo ni voz ni voto.

-Hay dos sectores enfrentados en el Partido Popular pitiuso. ¿Esto es bueno o el partido lo acabará pagando como en 1999?
-Creo que cualquier partido fuerte, como PP o PSOE ,tiene mecanismos suficientes para superar las dificultades.

-Además las encuestas son buenas para los 'populares' en las Islas.
-Los candidatos son buenos. El que en estos momentos haya ciertas discrepancias, no supone nada en un partido fuerte como es el PP, y estas cosas se superan.

-¿Le hace falta al PP de Eivissa un líder carismático?
-Yo creo que no faltan líderes carismáticos.

-Su vinculación actual con las Islas.
-Los viernes por la tarde voy a Eivissa donde estoy con mi marido, hijos, nietos y amigos. Mi pequeño mundo es Eivissa y Formentera donde además tengo casa. Son mi paraíso.

-Nació en Barcelona, pero su relación con las Pitiüses es total.
-A los dos años de edad empecé a veranear en la Isla. Hace 39 años me casé con un ibicenco. Sin renegar de mis raíces, mi mundo, mi paraiso y mis amores están en Eivissa.

-¿Cómo ven los madrileños a los ibicencos?
-Reaccionan muy bien cuando les digo que vivo allí. Es una isla muy querida por todos los españoles. La calidad de vida de la que disfrutamos es maravillosa, los paisajes son increíbles y tenemos un mar hermoso.

-¿Y la imagen de fiesta total?
-Es falsa. Es lo que se transmite de cara a los guiris. Eivissa tiene mucho más carisma que todo eso. Eso es lo que se vende. No ha dado malos resultados, pero los que conocemos bien las islas sabemos que tienen cosas mucho mejores.

-¿Qué cualidades tienen los insulares?
-Bueno, me casé con uno de ellos. Son muy buena gente, hospitalaria, auténtica y sencilla. Lo que me enamoró de mi marido fue la sencillez. Muchas veces, en las grandes ciudades, uno ve que las personas intentan aparentar. En Eivissa hay gente de una valía extraordinaria dotada de gran humildad.

-¿Qué necesitan las Pitiüses para seguir progresando?
-Sentido común. El territorio es limitado. Hace falta sentido común en lo que significa ordenación del territorio y utilización de los recursos, y poco más. No hay que sobresaturar la isla. Estamos bien así.