A las diez y media de la mañana de ayer una veintena de niños del Colegio Guillem de Montgrí avanzaba con alegría y decisión por el pantalán del puerto de Sant Antoni. Su destino no era otro que los dos catamaranes que el Club Nàutic de Sant Antoni había fletado para que embarcaran con motivo de la Setmana del Mar. Por fin se hacía realidad el sueño de muchos de ellos que nunca habían montado en barco y que, por culpa del mal tiempo a pesar de estar previsto para el lunes, se tuvo que postponer hasta ayer.

Una vez a bordo de uno de los barcos, el capitán junto con Nuria, una de las monitoras, se afanaban por tranquilizarles y explicarles las reglas básicas para convivir en este espacio de unos catorce metros de eslora. Sin embargo, la tarea era difícil, ya que estaban hiperactivos, queriendo incluso alguno de ellos embarcar en la neumática de Enrique Mas, director de la Setmana del Mar.

Al final la calma llegó y se logró salir a mar abierto para disfrutar de un día lleno de emociones. En él no faltó la visita a sa Conillera o a Cala Salada, donde se preparó un 'taller de arena', que según Nuria «les encanta porque recogen porciones de pequeños erizos, estrellas de mar, huevos de tiburón, plantas o incluso restos de todo tipo de contaminación traídas por la marea, que nunca habían visto antes». Sobre todo, según la propia monitora, «alucinan cuando encuentran tapas de caracol preciosas y chiquititas que son conocidas por muchos habitantes de la isla como las Piedras de Santa Lucía, porque antiguamente se usaban para limpiarse los ojos las personas ciegas».

Pero su aventura continuó mucho más, ya que a eso de las seis de la tarde acudieron al centro de buceo Arenal Diving, situado en la playa de s'Arenal, donde aprendieron algo más sobre actividades subacuáticas. Y después, tras pasar por la carpa municipal, donde cenaron sus platos preferidos gracias a Vanessa, la cocinera del grupo, a dormir. Y aunque agotados, seguían felices y expectantes porque, como decía Vanessa, otra de las monitoras, empezaba «otro de los momentos que más les gusta y que no es otro que dormir con sus amigos».